2021 fue similar a 2020 en el sentido que no pudo ser más caótico por un milagro. La pandemia continúa y si siempre hemos vivido con la sensación de ir día a día, ahora realmente parece que no se puede planear nada con anticipación. Esto ha sido un golpe muy duro para la industria de la música, donde miles de personas viven de producir conciertos y espectáculos por todo el mundo con años de antelación.
El 2021 transformó la industria musical aún más. La pandemia no fue la única razón, pero sí un propulsor que cambió el estado de las cosas. A pesar de que navegamos a contracorriente, intentamos mantenernos al tanto de qué es lo que pasa cada año y esto es un poco de lo que descubrimos.
El metaverso se acerca
Así como la música, el mundo digital está cambiando y los artistas ya no se limitan a hacer videos lineales. Experimentos como el de Doja Cat con el video de Woman, el primer video programable del mundo, es prueba de que la experimentación digital es parte de la nueva etapa de la música.
El K-Pop se consolida
BTS es la banda más exitosa del momento. Después de décadas donde bandas inglesas y estadounidenses dominaron el mundo, la banda coreana ha impuesto su nombre. Ellos son los más grandes, pero no los únicos, y muchas otras bandas de K-Pop se han convertido en las favoritas de la generación Z en una tendencia que transformará aún más la industria de la música.
El reaggeton se transforma
Lejos estamos de los días de Gasolina de Daddy Yankee, pero el reaggeton sigue siendo uno de los géneros más populares del mundo. Ahora, con el respeto de todos, este género que en este momento cuenta con Bad Bunny (aunque su música dista mucho del reaggeton clásico) como exponente principal, es prueba de que el talento latino está listo para dominar el mundo.
Los conciertos regresaron… y se fueron
Es pronto para saber qué pasara con la industria de los conciertos, pero después de 400 días sin actividad, los conciertos regresaron por un breve periodo, sin embargo, las variantes de Covid-19 cada vez más agresivas han obligado a muchos a regresar a los conciertos virtuales y presentaciones sin público, por lo menos en Europa y parte de Estados Unidos.