El 2018 fue, posiblemente, el año en el que Ariana Grande estuvo más vulnerable a la crítica social. Su relación fallida con Mac Miller y la desafortunada muerte de éste le dieron eso que necesitan las estrellas pop para convertirse en ‘grandes’ a ojos del público promedio, una imagen negativa gracias a la cual pueden suceder dos cosas: la desaparición del ícono convirtiéndolo en leyenda o su resurrección como comienzo de una nueva era. Ariana Grande se inclinó por la segunda opción.
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A tan solo cinco meses de haber lanzado “Sweetener”, un disco en donde reinaba la reflexión de aquella relación que no funcionó, decidió editar “thank u next”, una colección de canciones que se olvidan de todos los discursos pasados de su autora para enfocarse en el que es probablemente el más importante para ella: la asimilación de su levantamiento.
Puede sonar como una hipérbole, pero en un mundo en el que las estrellas nacen y mueren en cuestión de unos días, una labor como la de Ariana Grande en este disco es de admirar. “thank u next” es despreocupado desde la carencia de mayúsculas en su nombre hasta la elección de no colaborar con alguien exitoso. En donde Grande encontraba una oportunidad para brillar en conjunto, aquí lo hace solo con sus recursos. Una decisión que funciona y que prueba que su talento no es mero artificio trasnacional.
Lo que más brilla en “thank u next” es su personaje. En canciones como “needy” o la inolvidable titular se siente conocedora de sus virtudes y defectos, se escucha casi invencible y sus versos solventan toda pose. Después de muchos años de permanecer en el subconsciente colectivo como un producto de la mercadotecnia adolescente, aquí se percibe como todo lo contrario, como una estrella encontrando su camino.
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El resto del disco, aunque no tan interesante como lo que emana de sus versos, es continuación de una tradición moderna. Canciones como “bloodline” o “break up with your girlfriend i’m bored” tienen producciones de ascendencia negra y lo mismo sucede con “NASA” o “in my head”, en donde su idea de arte está más cercana a la de contemporáneos como Frank Ocean o Drake. Un común denominador del nuevo siglo, en donde el pop no suele escucharse como lo hacía antes.
Y dentro de todo aquello la única constante sigue siendo su voz. El verdadero talento de Ariana Grande no es escribir canciones para desarrollar nuevos personajes con cada disco, sino una capacidad vocal que puede concebir cualquiera de ellos y ejecutarlos con maestría. “thank u next” es ese disco en donde brilla una voz necesitada de orgullo. No mala razón para darle una oportunidad.
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