Ha pasado una década desde el disco más exitoso de Arctic Monkeys y en ese tiempo los jóvenes que redefinieron el sonido del momento han madurado y trascendido a la adultez que trae nuevos problemas (y nuevos sonidos) ¿Cómo se defiende esta monumental obra el día de hoy?
AM es el disco de las masas, casi siempre los fans más leales a Arctic Monkeys dirán que Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not o Favourite Worst Nightmare son las verdaderas obras maestras, algunos incluso intentarán demostrar que van en contra de las expectativas y citarán a Tranquility Base Hotel & Casino como la obra magna, pero no hay error al decir que en ventas y trascendencia en la cultura pop, AM es EL disco de la banda.
Los primeros discos y la esencia de la banda se embotella en una actitud adolescente pero donde el genio individual de cada músico es latente. Son jóvenes de Sheffield con algo que decir, hacer y romper. Para este punto, después de otros dos discos pero aún en la cima de la juventud, ya eran adeptos a la costa californiana y estaban acostumbrados a los mejores estudios del mundo.
Con James Ford y Ross Orton en la producción, el disco tomó referencias del rock clásico, la psicodelia y el blues; de hecho, escuchar el disco es como hacer un viaje en auto por Los Angeles durante los años setenta, entre conciertos, fiestas, one night stands y el sentimiento de que se podía hacer lo que quisiera porque nadie pensaba en el mañana.
Esa actitud de chicos malos fue un traje hecho a la medida para la que ese año fue la banda más grande del mundo. Tal vez todos sabíamos que no lo eran, incluso ellos lo sabían, pero por el bien de la música nos dejamos llevar y aceptémoslo, de esa manera es mucho más fácil disfrutar Arabella, One for the Road o Do I Wanna Know.
AM es el reflejo de la industria del rock en el siglo XXI, un disco con alma, capaz de trascender, pero perdido en su propia imagen que añora un pasado que ya no existe, un excelente disco que al mantener una fidelidad al sonido del pasado, siempre será considerado grandioso, pero nunca uno de los mejores de la historia. Y los músicos no están obligados a buscar eso, y es exactamente eso lo que hace que AM sobreviva y se sienta fresco cada vez que el vuelves a dar play.