Bienvenidos a la intención del mes. En esta nueva nota que publicaremos cada mes queremos invitarte a compartir la intención del mes. Esta intención es el trabajo personal que queremos disponernos a hacer cada día de este mes para practicarlo y poco a poco poder ser más tolerantes y felices en la vida sin importar lo que pase afuera. Cuando logramos aprender a soltar, las cosas pueden verse diferente.
Como todo, es un ejercicio que requiere de práctica y repetición. El mes pasado hicimos paciencia, una cualidad que cuesta demasiado practicar hoy en día y que contiene muchísimas lecciones dentro de sí. Si quieres sumarte con nosotros a hacer este trabajo, en marzo trabajaremos el aprender a soltar. Una increíble nueva forma de experimentar lo bueno y lo malo. Te contamos más.
Jack Kornfield dijo que “Dejar ir no significa deshacerse de. Dejar ir significa dejar ser. Cuando nos dejamos llevar por la compasión, las cosas van y vienen por sí solas”. Aferrarnos al dolor no arregla nada; reproducir una situación del pasado una y otra vez en la mente no cambia lo sucedido y desear que las cosas fueran diferentes tampoco hace que cambien. Lo mejor que podemos hacer por nuestra paz mental y emocional es aprender a soltar.
En algunos casos, y especialmente cuando se trata del pasado, lo único que queda es aceptar lo que es y dejar ir lo demás. Así es como cambia todo. Tienes que soltar lo que te está lastimando, incluso si se parece imposible. Curiosamente, los sentimientos dolorosos pueden ser cómodos, ya que se vuelven tan comunes que nos parecen familiares y nos quedamos ahí. Algunas personas tienen problemas para dejar de lado su dolor u otras emociones feas sobre su pasado porque piensan que esos sentimientos son parte de su identidad. Pero así no se puede fluir, no se puede disfrutar de lo lindo en la vida y no se puede conectar con otros.
Por eso aprender a soltar es tan importante. Soltar y dejar ir puede ser el inicio de una transformación impresionante. Si no estás cómodo con algo en tu vida, es momento de soltar. Pueden ser expectativas, relaciones, resentimientos, o incluso cosas materiales. Recuerda que al soltar abres espacio para que algo nuevo y hermoso llegue a ti. No te quedes encasillado en lo que te parece cómodo. Piensa qué cosa en tu vida necesitas soltar y comienza a hacerlo cada día. Cuando pienses en eso, repítete a ti mismo “Te agradezco por cruzar mi vida, te abrazo y te dejo ir” e imagínate como se va de tu vida. Pruébalo y nota el cambio.
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