La cromoterapia es una realidad. Está comprobado científicamente que los colores pueden llegar a sanar, complementar tratamientos terapéuticos, mejorar el estado de animo y llevar a un estado de tranquilidad y relajación. En general, tienen la capacidad de armonizar la energía del ser humano.
Aunque los colores neutros siempre son una buena opción para los amantes de lo pulcro y el diseño sobrio, agregar un poco de color a las paredes, muebles o cualquier objeto de decoración, incluso flores y plantas ayudará a crear sensaciones de felicidad en casa.
El cuerpo humano reacciona de forma involuntaria al color, estos afectan el comportamiento en la forma de pensar o sentir. El azul por ejemplo, transmite una sensación de calma y tranquilidad y el rojo está irremediablemente asociado con la pasión y el amor.
Aunque estas sensaciones pueden variar de persona a persona por las experiencias culturales y personales de cada una, en el estudio de las psicología del color si existe un consenso general.
La variedad de colores brillantes puede mejorar el estado de ánimo. Los colores cálidos tienden a ser más estimulantes mientras que los fríos son mucho más calmantes.
Así que para crear un hogar emocionalmente saludable uno de los aspectos más importantes es la elección de colores para cada habitación de la casa. Elige colores que te transmitan pensamientos positivos por instinto o que te recuerden experiencias agradables, por ejemplo el azul de tu playa favorita o el amarillo del sol lleno de energía y diversión.
Combínalos con tonos más neutrales para evitar saturar el espacio, notarás cambios con esos pequeños acentos de color y encontrarás una versión mucho más animada e inspirada de ti mismo.
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