No siempre es necesario comprar muebles nuevos o mandar pintar todas las paredes de un cuarto para hacerlo lucir más acogedor y de acuerdo a la personalidad de cada quien. Con sencillos objetos y ligeros cambios se le puede dar un giro de 360° a la apariencia de ese espacio tan importante en la vida de todos.
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Planifica cómo deseas que sea el resultado final e imagina diferentes opciones para definir cuál es la que te resulta más atractiva. Aquí te presentamos algunos puntos clave que pueden hacer la diferencia:
Iluminación
Desde poner una sofisticada lámpara en el buró hasta reciclar las luces blancas de Navidad para decorar la cabecera de tu cama, hará que el cuarto se vea espectacular en la noche. Recuerda elegir luz cálida para dar un efecto más acogedor al entorno.
Esencias
Nada como entrar a un espacio y percibir un delicioso olor a vainilla o a frutos rojos. Una buena opción es que compres velas aromáticas y las enciendas antes de dormir para crear un entorno sereno, romántico y muy relajante.
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Detalles
Aunque no lo creas todo está en los pequeños elementos que muchas veces pasan desapercibidos. Desde colocar una taza con un lindo diseño en un rincón estratégico, hasta poner un libro vintage con una rosa atravesada en algún lugar, son detalles que harán una ENORME diferencia.
Arte
Viste tus paredes con un par de cuadros que reflejen tu personalidad dentro de tu espacio. Cuida que no sea vea saturado y recuerda que está prohibido poner todo tipo de pósters sin marco ya que esto le restará elegancia y gusto a la habitación.
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Orientación
Quizá estás harto de la forma en la que están acomodados los muebles y es tiempo de un cambio radical. Prueba invirtiendo la posición de tu cama con la del escritorio o buscando todo tipo de posibilidades hasta que estés satisfecho con el resultado.
Ahora sí… ¡A descansar!
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