No hay que ser un millenial en crisis para sentir que algo falta, que el tiempo pasa y no logramos sentirnos bien del todo, no sentimos que tenemos una vida plena. Todos somos humanos que simplemente existen en este mundo. Todos tenemos momentos de “No me siento feliz” o “No me siento satisfecho”. La pregunta del millón es: “¿Cómo puedo disfrutar más de la vida?”
Todos pasamos por varios altibajos en la vida. Esta montaña rusa de emociones que experimentas cuando estás en las alturas de la vida y tocas fondo y te ahogas en las bajas de la vida. Claramente, la vida no siempre es fácil. Y es sano entender que siempre estaremos en falta. Habrá desafíos, derrotas, disgustos y fracasos, pero a pesar de todo, no importa lo que esté sucediendo, hay formas de sentirse más pleno y realizado en la vida. Hay formas de ser más feliz, más saludable y con más energía, sin mucho más esfuerzo.
No existe una fórmula exacta para una vida plena, pero conforme comiences a hacer este trabajo, irás viendo qué te funciona mejor y enfócate en eso. Recuerda que aquello en lo que enfoques tu atención, traerá más de lo mismo. Si tu mente está tan acostumbrada a mirar los aspectos negativos de una situación, o pensar que una persona te va a hacer daño de alguna manera, normalmente encontrarás pruebas de eso. A su vez, atraerás esa situación negativa a tu vida. Pero, cuando cambias tu enfoque a uno de positivismo, vives en un estado de abundancia. Eventualmente, comienzan a suceder cosas buenas. No de inmediato, pasa con el tiempo.
Gratitud
La gratitud nos ofrece una plataforma para sentirnos que vivimos una vida plena. Es fácil querer cosas que no tenemos. En nuestra sociedad impulsada por el consumo, siempre estamos codiciando ese nuevo y brillante objeto. Por eso, debemos apreciar lo que tenemos. Tómese un momento para contar sus bendiciones, por así decirlo. En lugar de pensar en lo que quiere, aprecie lo que tiene. Escríbalo, de hecho. Cuando lo escribe, envía una señal poderosa a la mente subconsciente. No lo dejes en el ámbito del pensamiento abstracto. Dedique unos minutos todos los días a hacer esto y conviértalo en un hábito diario.
Balance
Mientras avanzamos hacia nuestros objetivos, es fácil perder el balance. Nos concentramos tanto en lo grar x o y que permitimos que los malos hábitos avancen lentamente, y las cosas importantes de la vida parecen no tener nuestra atención. Piensa en las cosas que alguna vez te hicieron feliz en la vida y pregúntate por qué ya no haces esas cosas. Por ejemplo, si eres una persona creativa y has perdido ese sentido de pasión por las artes, entonces necesitas reconectarte con tu creatividad. El equilibrio y balance es un camino importante hacia una vida plena y a veces lo olvidamos cuando estamos demasiado concentrados en nuestros objetivos o inmersos en una de las muchas distracciones de la vida.
Perseverancia
Por último, uno de los caminos más seguros para vivir una vida más plena, es el arte de la perseverancia. Aún frente a la negatividad y las personas que intentan reprimirte, puedes sentirte más satisfecho en cualquier cosa que hagas, siempre y cuando no te rindas. Rendirse es fácil (y normal), todos lo hemos hecho alguna vez, pero la consecuencia es frustración, estrés, ansiedad, miedo, culpa y una gran cantidad de otras emociones. Aunque siempre se aprende de esas situaciones, recuerda que nada que valga la pena se logra al rendirse. Sigue adelante, no siempre será fácil, pero la sensación en el otro extremo es increíble. Entonces, sean cuales sean las metas que tengas en la vida, no las abandones solo porque hayas fallado una o muchas veces.
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