La innovación de nuevos productos es algo que no ha cambiado con el paso del tiempo. Y adaptarnos a ello es algo que las personas sabemos hacer de manera perfecta. Desde la ropa que usamos hasta la tecnología que cambia día con día. Pero algunos inventos no solo llegaron a modificar algunas cosas sino que a la larga trajeron algunos problemas con ellos.
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El ejemplo más claro es la forma en la que nos movemos ya que si no fuera por los zapatos, caminaríamos MUY diferente. No decimos que el calzado sea algo malo, solo que afectó ciertos movimientos y puso más peso en las articulaciones. Así a la larga las consecuencias pueden ser mayores que los beneficios.
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Antes las humanos caminaban descalzos y todo el pie tocaba el suelo, empezaba por el tobillo y terminaba con los dedos al empujar el pie. Pero al usar un zapato, solo una parte del pie hace presión y eso hace que más estrés se vaya hacia las rodillas. También al crear calzado más grueso hasta el pie se ha hecho menos flexible al solo usar una parte.
Nuestra rutina diaria nos impide caminar por el mundo descalzos pero hacerlo de vez en cuando tiene sus beneficios. Cuando estás en casa te recomendamos que te quites los zapatos y así habrá menos impacto en tus rodillas además de que te sentirás liberado por un momento. ¡Tus pies te lo agradecerán!
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