Atrás podrían quedar los dilemas de las vacaciones y los propietarios de lomitos: ¿dejar o no al perro? Si la opción es viajar sin él, hay soluciones como guarderías y hoteles que se encargan de su atención, pero si se prefiere incluirlo en la aventura, habrá que enfrentarse a los obstáculos de llevarlo en el avión, donde se condiciona su presencia en cabina o en área de equipaje según las medidas y peso.
Pero eso podría terminar con la primera aerolínea que se especializa en el traslado de perros y su dueño, por supuesto con todas las comodidades y el lujo de primera clase que ambos se merecen. Conoce esta innovadora propuesta y reserva dos boletos para ti y tu amigo peludo.
Cuál es la aerolínea exclusiva para perros
BARK Air es la nueva aerolínea que se encarga de cumplir tus sueños (al menos el de viajar con tu perro). Hizo su viaje inaugural apenas este 23 de mayo en la ruta Nueva York-Los Ángeles, y tiene como propósito hacer viajes menos estresantes para los caninos y sus dueños a través de comodidades que ponen a los lomitos en el centro de toda la experiencia.
Sus aviones tienen capacidad para 15 perros y un acompañante, e incluyen áreas exclusivas como zonas de relajación, alimentación y casetas contra ruido. Actualmente solo cuentan con dos rutas: Nueva York-Los Ángeles y Nueva York-Londres, pero esperan pronto abrir otros destinos. Por su parte, los precios van de los 6 mil a los 8 mil dólares, según si son vuelos dentro de Estados Unidos o internacionales, e incluyen un lugar para el perro y su acompañante, aunque el énfasis está en hacer que el perro no se estrese y viaje tan cómodo como en primera clase.
Cómo es el proceso de viajar en esta aerolínea
La experiencia empieza desde que se compra el vuelo, pues personal de la aerolínea se pone en contacto con el dueño del perro para verificar información del animal y los planes de viaje. Ya el día del vuelo, la experiencia incluye evitar las medidas de seguridad invasivas y dar prioridad a un embarque rápido. ¿Y en el trayecto? Feromonas, música relajante, toallas refrescantes, bebidas especiales para los perros (como caldo de huesos), entre otras opciones. Toda una aventura VIP que no limita a los lomitos, salvo en el despegue, aterrizaje y turbulencias, para mantener su seguridad.