Después de visitar Sarde entendí por qué es uno de los favoritos de la Guía Michelin 2024. Y sí, puede que haya llegado un poco tarde a hacer este review, pero como dice el dicho mejor tarde que nunca. Aunque abrió hace más de un año definitivamente luego de visitarlo puedo decirte que se ganó mi corazón y se convirtió en mi restaurante favorito en CDMX.
Vale recalcar que no soy fiel creyente y amante de todas las recomendaciones que suele haber en la Guía Michelin, pero con esta recomendación puedo decirte que las dudas que tenía sobre la Guía Michelin quedaron a un lado, y ahora se convirtió en mi go to a la hora de elegir restaurantes.
Sarde es un restaurante escondido en la planta baja de una casona antigua de la colonia Roma, un espacio cálido y envolvente, aquí lo ostentoso queda fuera, materiales de madera con una iluminación tenue, un servicio impecable, y la música en el volumen perfecto para poder platicar y pasar un rato con amigos o pareja, y focalizarse en lo más importante los platillos de Sarde.
De la mente del restaurantero Enrique Lascurain, Sarde propone una experiencia culinaria sencilla pero compleja, porque aunque pueda que a simple vista parezca algo sencillo una vez que lo pruebes te darás cuenta que de sencillo no tiene nada, pero que la perfección se encuentra en cada bocado y platillo.
Cómo es la comida en Sarde
Sarde es cocina contemporánea elaborada con producto mexicano de temporada, el principal eje es la pesca que ofrecen los litorales del país. El restaurante trabaja con pequeños productores que le surten de producto de gran calidad: el objetivo es contar con producto fresco y sabor excepcional que es trabajado con técnicas que les permiten hablar por sí solos y brillar sin disfraces. La cocina de Sarde resalta el sabor de los ingredientes mediante capas de sabores y texturas. La macarela con vinagre de apio es uno de los platos que ejemplifica esta cualidad del menú.
Y es por estos motivos que Sarde se convirtió en mi favorito, soy fan de comer pescados, mariscos, pero encontrar un restaurante donde no lo tapen con salsas, condimentos, es muy difícil en CDMX, y aquí, en Sarde encontré el lugar donde uno puede sentir el verdadero sabor de los productos, donde no necesitan añadirles tantos aderezos para quitarle el sabor fuerte a pescado, o directamente agregarle sabor porque la pesca que utilizan no es de buena calidad.
La carta inicia con la sección de crudos y una amplia variedad de conchas: ostiones, abulón, callo margarita, almeja chocolata, almeja generosa, pata de mula, etcétera, con la opción de ordenar por individual o en un plato fuente para degustar y compartir. Una de las cosas que hay que destacar es que las conchas que sirven se mantienen vivas en estanques dentro del restaurante para asegurar la frescura del producto. Pero si hay algo que sí o sí tienes que pedir es: la macarela, signature dish de la casa, un sabor único y platillo que no podrás probar en ningún otro lugar.
Eso sí, antes de pedir cualquier entrada no dejes de pedir la carta de bebidas, una propuesta curada de vino de mesa, una selección exclusiva de destilados y coctelería que, como en la cocina, propone tragos elegantes y sin artificios; donde los ingredientes brillen por si mismos. Me recomendaron el vino Trasiego rosato 2022, y en verdad un gran acierto para acompañar los platillos, ya que pude disfrutar del sabor de cada platillo, sumamente ligero, pero con cuerpo y que no vas a encontrar en ningún lado.
La siguiente sección, los principales, incluye los clásicos del restaurante; pulpo en tinta, fish & chips, huachinango al grill o lobina beurre monté. Aunque el must, y el que 100% te recomendaría es el pulpo con arroz en tinta, guindillas y sabayón de azafrán, créeme cuando te digo que es el mejor arroz en tinta que vas a probar, no, no es de esos fuertes que le quitan el sabor al resto, en lo absoluto, y el pulpo sale en el punto perfecto. El toast de almeja es también otro platillo que logra dejarte impresionado, puede que lo leas y digas mnnn no se me antoja, pero definitivamente es un 100/10.
Lo que yo te recomiendo es ir en compañía para que puedas probar un poco de todo y pedir al centro, porque definitivamente cada platillo que va llegando es mejor al anterior, en ningún momento me decepcioné, al contrario.
Por último los postres, puede que cuando llegues a este momento no quieras ya comer nada más, pero siempre hay un pequeño espacio para algo dulce, tienes un clásico cheesecake vasco, aunque yo probé el brioche con helado de estragón y.crema inglesa, que tampoco me defraudó.
Definitivamente Sarde es un restaurante al que volvería una y otra vez, lo bueno, es que al siempre estar con productos de temporada su carta va cambiando, por lo que siempre vas a encontrar una nueva opción.
Aquí te dejo un recap de lo que pedí en SARDE: