Para saber diferenciar entre un colorante natural y uno artificial, solo basta con ver la intensidad. Los naturales tienen tonalidades más suaves, si por ejemplo vemos colores vibrantes como rojos o azules, sabríamos que son colorantes artificiales.
Como ya hemos dicho antes, no hay nada mejor que elaborar tus propias cosas, pues así conoces la procedencia de los productos y no te expones a químicos que puedan resultar dañinos. La única regla es que el ingrediente del que desees extraer el pigmento debe representar el 5% del peso total de lo que estés preparando.
Colores:
– Amarillo: jugo de zanahoria
– Naranja claro: semillas de achiote
– Naranja oscuro: curry en polvo
– Negro: polvo de carbón activo
– Fucsia: polvo de enredadera roja
– Lila: raíz de Alcaneta
– Verde oliva: polvo de hoja de Ortiga
– Rosa palo: polvo de paprika
– Salmón: polvo de arcilla rosa francesa
– Gris: barro de mar muerto (Dead sea mud)
Métodos de extracción:
– Agua: mediante la disolución o infusión, tal como si fuera un té o una tizana.
– Aceite: maceración, dejando reposar en aceite por cierto periodo de tiempo (15 – 20 días aproximadamente).
– Polvo: dejar secando al sol por unas horas o en un lugar fresco, por unos días y pulverizar una vez secos.
¿Cómo usarlos?
- Jabones artesanales
- Shampoo y acondicionador sólido
- Velas
- Cremas
- Lotion bars
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