Visitamos Koyi Sushi y probamos nuestros noodles favoritos en la CDMX

Si buscas un lugar nuevo de comida japonesa, Koyi Sushi es la esquina en Roma Norte que debes visitar.

El pasado noviembre, Koyi Sushi abrió sus puertas y, desde entonces, hemos tenido ganas de probarlo. Aquí nuestra review.

Visitamos Koyi Sushi y probamos nuestros noodles favoritos en la CDMX - koyi-comida-japonesa

Es verdad que las propuestas de gastronomía japonesa en la CDMX han llegado a ser incontables. Desde los sushi spots más trendy, hasta las cocinas tradicionales que rompen completamente con la idea preconcebida de lo que según nosotros es “japonés”. En muchas reseñas, Koyi Sushi ha sido descrito como una propuesta “atrevida”, lo cierto es que este lugar rescata ingredientes de la cocina del Sol Naciente de alta calidad, pero no esperes algo tradicional: imagina un Udon a base de Coca Cola acompañado con un Aperol Spritz.

Abierto de martes a domingo de 1:30 pm a 10:30 (excepto los domingos que cierra a las 6:00 pm), este rincón ofrece una experiencia acogedora en un lugar pequeño; esa podría ser la única forma en la que es posible preparar platillos cuidadosamente. 

Si vas en pareja, la barra es el mejor plan para disfrutar este lugar con una copa de vino o una cerveza Sapporo. Si te gusta el sake, podrás escoger entre 7 opciones por botella entre un rango de $360 a $1230.

Entre las sugerencias del chef y, según los favoritos del público, los handrolls —especialmente los que vienen con mantequilla de wasabi— son un highlight. Nosotros te recomendamos el que lleva otoro y cebolla frita.

Entradas como el soft shell tempura o el shibaki de atún con tostadas de arroz son buena opción, pero lo que vale más la pena son los makis, noodles y el arroz. Así que puedes saltarte los startes sin ningún problema para probar los highlights. Koyi experimenta con los makis y nuestro favorito definitivamente fue el de aburi hamachi roll porque tiene un sabor muy diferente al clásico atún o salmón (aunque el de chutoro con aguacate, roto frito y salsa agridulce también es una delicia). Entre los nigiris, pedimos el de ikura (hueva de salmón) y fue un acierto. Pero si quieres probar un poco de todo, el mixto se sirve con otoro, uni, ikura y shiso.

Los platillos más auténticos son sus arroces Shari: una combinación de vinagre, sal y azúcar con arroz cocido (en esta técnica lo ideal es que el arroz terminado esté a temperatura corporal). Con un toque dulce, short rib braseado y yema curada en soya entran al juego. Este platillo es una locura. Y si prefieres la opción vegetariana, la versión con hongos salteados es otra gran opción.

El gran final es el signature dish del lugar, los imperdibles Coke Noodles. Este platillo agridulce al wok se prepara, literalmente, con Coca Cola, gochuyang (una pasta de red chili), jengibre, manzana verde, ajo, hierbaabuena, chile thai, ajonjolí y negi. Lo puedes pedir con hongos, rib eye o mixto.

Y por si aún te queda un huequito en el estómago, tienen un suave cheesecake con sabor a matcha o el clásico mochi de matcha o kurogama (ajonjolí negro).

La experiencia total es, en promedio, de $500 a $850 por persona, con una buena relación precio calidad. En cuanto al servicio, llega a ser un poco lento cuando todas las mesas están ocupadas, por lo que te recomendamos ir entre semana.