Vino blanco, tinto, rosado, champaña. Todos los conocemos. Pero ¿qué sentirían si llegaran a su restaurante favorito y el sommelier les sugiriera maridar alguno de sus platillos con una copa de vino azul?
Así es. Un grupo de jóvenes de aproximadamente veinte años crearon un vino azul, llamado Gïk. Estos millenials aceptan sin pena alguna que su experiencia en la industria vinícola es prácticamente nula. Lo hicieron por diversión, para ver qué pasaba. De hecho cuando les preguntaron que por qué lo habían hecho su respuesta fue simple “¿Y por qué no?”.
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Este vino azul está hecho a base de una mezcla de uvas rojas y verdes que después tiñen con un compuesto que está en la piel de las uvas y añaden algunos pigmentos. En la psicología el azul representa innovación, movimiento, fluidez y cambio así que esta bebida está dirigida a un público joven.
No pretenden llegar con una persona que ha tomado vino tinto por años, para intentar conquistarlos con este nuevo producto. Más bien se dirigen a consumidores arriesgados e interesados en nuevas ideas, que no tienen prejuicios y son capaces de olvidarse de todo lo que saben acerca del vino para probar algo nuevo.
El Gïk tiene 11.5% de alcohol y se sirve frío. Los creadores sugieren maridarlo con sushi, nachos, pasta carbonara o salmón ahumado.