En México somos excelentes anfitriones, por lo que siempre estamos preparados para recibir gente y hacerla pasar un buen rato. Una de las mejores maneras de hacerlo es compartir una tarde en compañía de familia y amigos, en donde la comida y bebida no puede faltar.
Los vinos y los cortes de carne siempre irán de la mano, y sin duda se han vuelto el maridaje más popular, gracias a que detrás de esta gran combinación se esconde un sinfín de sensaciones, aromas y sabores que despiertan todos los sentidos.
No hace falta ser un experto en vinos o preparar una comida muy elaborada para descorchar y degustar un vino, además de que cualquier asado puede llevarse al siguiente nivel disfrutando un buen corte de carne y una botella de Trivento.
Con un Malbec es imposible fallar, esta cepa es reconocida por ser amable y afrutada, se adapta fácilmente a todo tipo de paladar y por supuesto, a todo tipo de carne. Como lo dice su nombre, Trivento significa tres vientos; esto es porque fueron 3 vientos los que crearon el terruño ideal para cultivar la vid en tierras Mendocinas: Polar, Zonda y Sudestada, dando como resultado un Malbec de clase mundial.
Trivento, está a cargo del enólogo argentino Maxi Ortiz, y es ideal para aquellas personas aventureras, seguras de sí mismas, genuinas, que disfrutan las experiencias al aire libre y sobre todo, de una tarde de asado en casa y una copa de un buen vino con amigos y familia.
El vino infalible para acompañar un buen corte de carne, sin duda es Trivento Reserve Malbec. De color rojo intenso con matices violáceos y azulados, este Malbec destaca por sus notas aromáticas de cerezas, frutillas y frambuesas con delicados toques de vainilla y coco provenientes del roble. Es un vino equilibrado, de taninos dulces que brinda un final aterciopelado. Se recomienda enfriar a 16°.
Para todos aquellos que buscan nuevos estilos para probar y disfrutar la uva Malbec, en el 2021 llegó una increíble innovación para el mundo del vino, el primer White Malbec de Trivento, que sorprenderá hasta los paladares más exigentes con sus notas aromáticas de durazno, manzana verde y cereza; en boca presenta una entrada fresca, taninos dulces y final largo.
Aunque pudiera parecer imposible lograr un Malbec blanco con las características uvas de color violeta intenso, esto es posible gracias a su proceso de elaboración de una molienda suave, con despalillado y prensado inmediato, lo que evita la pigmentación del líquido. El entorno, la compañía y la comida son parte de la experiencia, pero para elevarla aún más, una botella de Trivento es el aliado perfecto que no puede faltar en la mesa.
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