Hace siglos se decía que la tecnología nos libraría del trabajo. Que gracias a los avances que la sociedad del siglo XIX y XX tendrían, la sociedad dejaría de trabajar largas horas y el mundo sería un lugar mejor. Esto no ha resultado como muchos intelectuales lo pensaron, pero sin duda la tecnología sí ha avanzado para adaptarse y en otros casos ayudarnos a adaptar a los tiempos que vivimos.
Con el coronavirus en todo el mundo, sabemos que es necesaria una vacuna para intentar imaginar un mundo como el de antes, pero mientras eso sucede (y es probable que incluso con vacuna nunca vuelva a ser como antes) la tecnología tendrá que ayudarnos a sobrevivir en medio de una pandemia.
Desde que la pandemia llegó a America, ir a algún lugar y que te apunten a la cabeza para medirte la temperatura con un termómetro se ha convertido en algo cotidiano, pero eso no le quita el sentimiento de vivir en un mundo apocalíptico. Las cosas sólo cambiarán más. Lo que antes sucedía sólo en algunos países de Asia, ya pasa en México, como los filtros desinfectantes en la entrada al Centro Histórico de San Miguel de Allende.
Además de que ahora los restaurantes tendrán que regresar a los materiales de un sólo uso, lo que generará una problemática con el plástico nuevamente, sí se planean deshacer de los menús físicos y usar papeles desechables o incluso mover todo al mundo digital y proveer un código QR para que puedan ver el menú completo.
Esto se convertirá en algo normal y ahora los aeropuertos, las tiendas de autoservicio, los estadios y hasta los festivales se adaptarán para evitar el intercambio de objetos, desde efectivo hasta boletos.
Por esto, se espera que la automatización se acelere. Tal vez los autos autónomos no sean una realidad durante la crisis, pero sin duda la tecnología que permitirá que los autos no necesiten de un chofer se acelerará, esto será esencial para gigantes como Uber, Didi y Google.
Otras industrias que se automatizarán serán los bancos, restaurantes y muchos que hasta ahora parecían necesitar una fuerza presencial para funcionar. Esto no significa que la gente perderá sus trabajos por completo, tal como el chef y empresario Dave Chang lo ha demostrado con la reapertura de sus restaurantes, aunque menos gente pueda ingresar a sus comercios y haya menos meseros, por las nuevas reglas que debe seguir, necesita incluso más trabajadores que antes para seguir los protocolos a la perfección.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. La recopilación de datos es algo que ha llamado la atención de las autoridades y organizaciones de Derechos Humanos desde hace algunos años y con la crisis que vivimos, el uso de reconocimiento facial ha incrementado en nombre de la seguridad, el problema es que no hay mecanismos que marquen un límite de hasta dónde podemos ceder nuestra información en nombre de la seguridad, incluso hay tantas lagunas legales que actualmente es muy fácil para muchas empresas robarse los datos, las fotos, videos y más de redes sociales para usarlas en softwares que pueden atentar contra la libertad.
Estos cambios pueden ser a corto y mediano plazo, pero sin duda debemos prepararnos para ellos y buscar el cambio donde sea necesario.
Debe estar conectado para enviar un comentario.