La escapada de verano cada vez luce más cerca y eso significa una sola cosa: pasar días al sol. Independientemente de si eres team frío o team calor, los próximos días se antojan para tumbarse en la playa o recorrer pueblos a pie, sí, bajo el sol. Y aunque usemos protección, desde bloqueadores hasta accesorios para cubrirnos, siempre está la duda por saber cuánto tiempo de exposición es seguro, las ventajas y hasta las mejores maneras para tomar un baño de sol de una forma adecuada.
Ventajas de tomar el sol
Empecemos por lo positivo. Estar en contacto con la luz solar tiene múltiples beneficios para las personas. El más importante es la producción de vitamina D, sumamente relevante para el cuerpo porque ayuda a mantener sanos los huesos, a absorber el calcio y el fósforo y hasta a mantener la función muscular. Pero este no es el único beneficio que obtienes del sol; aquí otros casos:
*Aumenta el bienestar porque tu cerebro libera serotonina, un neurotransmisor que potencia el estado de ánimo.
*Ayuda a tu corazón: un estudio de Escocia reveló que la exposición al sol podía ayudar a dilatar los vasos sanguíneos y, con ello, disminuir la presión arterial.
*Te mantiene alerta, pues regula la producción de melatonina la hormona que regula el sueño, y esto evita la somnolencia.
Riesgos de tomar el sol (por mucho tiempo)
En general, el tiempo que necesitas para obtener estos beneficios, sobre todo la producción de vitamina D, varía en función de varios factores: tipo de piel, época del año, hora del día, y lugar donde vives. No es lo mismo la luz solar de enero que de mayo, ni la de México que la de Canadá. Incluso, el tono de piel influye: entre más oscura, hay más melanina y esto protege de la radiación, por lo que es probable que pueda pasarse más tiempo bajo el sol sin problema.
Algunos de esos riesgos por una sobre exposición son los siguientes:
*Eritema: es la primera complicación al estar mucho tiempo al sol. Es el enrojecimiento típico de una tarde de mucho sol, y que luego produce ampollas. Aunque no es necesariamente grave, puede causar dolor, ardor y malestar general. De ahí se pasa a la picazón y la descamación.
*Quemaduras: un tiempo prolongado bajo el sol podría hacer un daño mayor que un simple enrojecimiento y hacer que tu piel se queme.
*Envejecimiento prematuro de la piel.
*Manchas, ya sea de color café oscuro, blancas o también conocido como melasma.
*Puede ser factor de riesgo de cáncer de piel. Aunque influyen otros aspectos, como el factor genético, puede propiciar la aparición de esta enfermedad.
Entonces, ¿cómo tomar el sol?
*Evita la exposición de 12:00 a 16:00 hrs. Durante este periodo hay una parte de rayos ultravioleta más altos, por lo que podrías tener más daños. Estos no implica que en las mañanas o al final del día no debas usar protección o estés totalmente seguro.
*Toma el sol con frecuencia, pero poco tiempo. Si tu estadía a la luz solar es corta (menos de 20 minutos) será ideal. De hecho, este es el tiempo que recomienda la OMS para generar los niveles adecuados de vitamina D.
*Usa de forma adecuada el bloqueador. La primera recomendación es que sea de un Factor de Protección Solar superior a 30. Luego, debes reaplicarlo cada 3 horas en promedio, pues pierde su eficacia. Y si estás en contacto con el agua (como la alberca), hay que colocar bloqueador inmediatamente después, con la piel seca. Tampoco te olvides de zonas difíciles, como pliegues, ni de usarlo en días nublados, pues también puedes sufrir daños.
*Las gorras ayudan, pero no del todo. Cualquier accesorio como las gorras o sombreros protegerán zonas estratégicas, pero no toda la cara. Así que solo son un complemento, pero no un sustituto del bloqueador.
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