Tom Ford sabe de belleza. Conocido mundialmente como uno de los mejores diseñadores de moda del momento, durante la universidad estudió Historia del arte, Arquitectura de interiores, Diseño de moda y Arquitectura.
Experto en estética, arte y moda, la belleza no es ajena a un hombre que ha pasado gran parte de su vida vistiendo a las modelos más importantes del mundo. Y cuando el arte te apasiona y llegas a cúspide de tu profesión, mirar hacia otros horizontes es lógico.
Un año antes de lanzar su propia marca, Tom Ford inauguró su casa productora, Fade to Black. Le tomó tres años, pero en 2009, con sus propios recursos, filmó y estrenó su primer largometraje, A Single Man. Protagonizado por Colin Firth y Juliane Moore, la película recibió buenas críticas sobre todo por la actuación de los protagonistas, sin embargo, también fue aclamada por la dirección de arte y la fotografía, en las que Ford estuvo bastante involucrado.
Para la cinta, Tom Ford trabajó de la mano de los productores de Mad Men y logró recrear los años 60 de la misma forma en que lo hizo la exitosa serie de televisión. Aunque se trata de una película con un diseño increíble, parece que su trabajo quedó limitado por la colaboración, lo que no sucedería con su siguiente trabajo.
Nocturnal Animals es la segunda y hasta ahora última película del director, pero con ella sobrepasó todas las expectativas. Basada en la novela Tony and Susan de Austin Wright, Ford escribió el guión y fue la mente maestra de todo el proyecto, lo cuál se nota desde la primera escena.
Rompiendo la brecha entre la ficción y la realidad, la película vive en dos mundos. Uno es refinado y estético, un lugar en el que la moda y el estilo conviven con una historia llena de pesadumbre y dolor, pero que incluso así logran dejarnos boquiabiertos.
El otro mundo es desaliñado y salvaje. En el desierto, la carretera, con la mirada en el arrepentimiento y el deseo de venganza. Tom Ford logró darle una estética distinta a cada mundo, lo cuál no es difícil, pero hacerlo de tal manera que a pesar de la tensión acumulada escena tras escena, la gente no pueda dejar de elogiar el aspecto visual sí es un logro en sí mismo.
Con una paleta de color marcada que nos obliga a analizar cada escena esperando encontrar simbolismo en todas partes, el vestuario impecable, actuaciones intensas pero realistas y un toque de minimalismo en el que no importa si el caos se involucra, la estética de Tom Ford queda consolidada.
Se acerca a los 60 años, pero Tom Ford, con tan solo dos películas ha logrado generar una estética propia, digno de un genio visual que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo.
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