Slow travel no es una tendencia, o no debería serlo. Se trata de un tipo de viaje que lleva siglos (milenios, de hecho) pero que se ha perdido con la llegada del turismo en masa y en una época más reciente, con las redes sociales.
Todos quieren ir a destinos hermosos, no para conocerlos realmente, sino para demostrar en Instagram que ya estuvieron ahí, tacharlo de su bucket list y moverse al siguiente lugar, suman banderas a su bio para demostrar que también ellos son amantes del wanderlust, pero, ¿realmente están absorbiendo lo que significa un viaje?
Slow travel es hacerlo con calma, conociendo pueblos y comunidades hasta que aprendamos algo nuevo, entendiendo y dando parte de nosotros. Es consumir local y cuidar el medio ambiente, entender que somos nómadas en un planeta que es nuestro hogar y que poco a poco lo podemos conocer.
Europa se ha convertido en el destino crucial de millones de personas en todo el mundo. Es claro por qué todos quieren viajar y conocer tantos países como les sea posible, después de todo, no todos tienen la oportunidad de visitarlo cada tres meses. Sin embargo, también es válido ir a conocer sólo un país o un puñado y no hacer el clásico tour de “mochilazo” que ha perdido su esencia en los últimos años.
Italia
Italia es madre de este tipo de viajes, aquí se inició el movimiento slow cuando miles de personas protestaron contra la apertura de un McDonalds en Roma. Hoy la ciudad es muy diferente, pero aún puedes encontrar la manera de conocer sus piezas históricas más importantes y salir de ese circuito a uno mucho más local.
Después de eso, la campiña italiana te espera. Se trata de uno de los países con más historia de Europa, no puedes quedarte con la idea de que es el Coliseo, moda –aunque no te la puedes perder– y vino. Visita Nardò, conoce sus lagos –grandes y pequeños–, Ragusa Ibla en Sicilia y mucho más.
España
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La mayoría “conoce” España, pues muchos de los vuelos de México llegan a Madrid y de ahí la gente se mueve a Barcelona. Nadie dice que no debes conocer estas joyas del país, pero fácilmente puedes esperara antes de irte a otro país y conocer el norte de España a través de uno de los mejores trenes del mundo. Se trata del Transcantábrico, que recorre la zona conocida como la España Verde, por Galicia, Asturias, Cantabria, el País Vasco y Castilla y León.
República Checa
Muchos turistas llegan a Praga por su vida nocturna y sus precios relativamente bajos, suman puntos con algunas visitas culturales y se van del país, pero realmente se trata de un país con mucho que ofrecer. Desde los senderos naturales del parque nacional de Šumava, las cuevas de Macocha Gorge o los pequeños y tradicionales pueblos de República Checa.
Francia
Aquitaine, Normandía o Mediodía-Pirineos y más. Francia es mucho más que París –aunque de hecho podrías hacer todo un viaje de slow travel sólo para conocer la capital– y un viaje por todo Francia realmente te dejará con ese sentimiento que millones de personas han tenido por siglos, que deben regresar y vivir en este increíble país.