Los duelos son complicados. Y algo muy personal. No existe una línea de tiempo sobre cómo se “superan” las pérdidas de relaciones. Primero, no se superan las cosas. A lo que podemos referirnos con superar es que subimos un escalón en la evolución personal cuando sabemos ver las lecciones que se deben aprender y las aprendemos, pero no es solo dejar que el tiempo pase y un día despiertas sin sentir un vacío.
Más de una vez hemos escuchado, cuando estamos desconsolados, que nos el consejo de “el tiempo cura todo”. La intención de quien nos lo dice es buena, pero es como si fuera solo sentarse y con el tiempo ya no tendrás la tristeza, la angustia, el anhelo, la culpa, la ira o el miedo que sientes ahora. Se desvanecerán y estarás bien. La verdad, no. Tal vez ya lo viviste, o tal vez estás en la esperanza de que transcurran los meses y te sientas mejor.
Pero no es así. Porque vemos que pasan los meses y ese hoyo en nuestro pecho continúa y nos encontramos años después anhelando a esa persona, ¿qué pasa? Hay que plantear un par de preguntas. Primero, ¿cuánto es suficiente tiempo: dos meses, un año, dos años, cinco años? La segunda pregunta es ¿por qué esto no aplica al resto de nuestras vidas?
El tiempo es muy importante, sí. Pero después de todo, tenemos que HACER algo, ya sea buscar un nuevo trabajo, buscar la casa adecuada, estudiar para terminar la escuela. No te gradúas nada más porque pasaron cuatro años y ya, tienes que hacer el trabajo. Incluso si te quieres ganar la lotería, tienes que comprar el boleto. Tenemos que tomar la iniciativa de hacer algo para que suceda algo más.
El dolor no es diferente, ni menor sólo porque el tiempo pasa. Hay personas que pasan más de una década en un mismo duelo (no está bien ni mal, cada persona tiene sus procesos) y puede ser muy frustrante voltear y ver que pasó tanto tiempo y te sientes igual. El punto aquí, es que el tiempo no cura todas las heridas. La clave es: “Qué haces con el tiempo que sana“. Como cualquier otro aspecto de la vida, el duelo es un proceso activo y de trabajo, no pasivo.
Así que ve a los grupos de apoyo que necesites, comienza a ir a terapia, o simplemente comienza a escribir un diario donde hables sobre tu duelo, lo importante es que lo reconozcas y lo articules. Puedes escribirle cartas a tu persona fallecida o ex, puedes hablarle al espejo y llorar, ese dolor está ahí y es real porque lo sientes. Sácalo.
Cuando empiezas a procesar, empiezan a pasar cosas, CON EL TIEMPO, que te enteran de que estás progresando. Tal vez empiezas a extrañarle menos, tienes un sueño que te da cierre de ciclos, comienzas a vivir más ligero. Son muchas cosas diferentes para cada quien, pero lo notas. Piensa como si tuvieras piedras en una mochila que pesa mucho y no quieres viajar así. La idea es que sientas el dolor y le regreses esas piedras a la vida, tu ya no las quieres cargar. Sí, cuando lo trabajas, el tiempo es tu mejor aliado porque de pronto pasaron los meses y tu mochila se siente ligera.
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