La música siempre se divide en épocas, en periodos, en movimientos. Esto permite que la gente pueda capturar la esencia de un sonido de acuerdo al contexto en el que existió. Nueva York a inicios del siglo XXI es un contexto muy importante para la historia desde entonces por una razón muy clara, el 11 de septiembre. Este evento no solo moldeó la historia, sino que puso a la ciudad en un punto más importante que nunca.
Si la gran manzana ya era la capital del mundo, el nuevo siglo la convirtió en el epicentro de todo lo que sucedía. Desde lo malo a lo bueno. Es así como un evento catastrófico transformó una escena musical que ya estaba cambiando y en julio de 2001, meses antes del ataque, Yeah Yeah Yeahs lanzó su primer EP. A pesar de que se dieron a conocer en Nueva York, no fue sino hasta 2003, cuando la ciudad no era la misma que los vio nacer, que publicaron Fever to Tell, su disco debut y el inicio de una carrera que transformó la música de Nueva York y el rock para siempre.
Yeah Yeah Yeahs existieron en un contexto donde The Strokes, LCD Soundsystem y otras bandas también empezaban a transformar una ciudad que había sufrido mucho y es a través del arte que una ciudad comenzó a sanar. Con el paso de las últimas dos décadas este sonido ha quedado en el pasado, se ha convertido en una reliquia de una ciudad que continuó transformándose y que ahora ha dejado en el pasado el sonido punk y agresivo que los caracterizaba por dar paso al “futuro”, sin embargo, cada disco que publicaron son la prueba de que la música sí es contexto, pero también es actitud, y no importa cuánto tiempo pase, Yeah Yeah Yeahs son una banda que siempre dará de qué hablar.