The Avalanches son un mito por sí mismos. Una banda que sacó su primer disco en el 2000, mismo que consistió de aproximadamente 3500 sampleos y que por cuestiones de derechos de autor, tardó mucho en llegar a las tiendas oficiales, pero su distribución digital en los primeros días de Internet lo convirtieron en un clásico de culto de manera inmediata.
Después se ausentaron por 16 años. En 2016 regresaron con Wildflower y aunque el disco sonaba bastante distinto a lo que el público esperaba, fue la prueba de que The Avalanches tenían razón para tomarse su tiempo, si no tienen el producto que desean, no lo liberan. Ahora, sólo cuatro años después, regresan con su tercer disco de estudio, un sueño psicodélico y cosmológico llamado We Will Always Love You.
A diferencia de sus discos anteriores, donde la pista de baile parece ser el tema central, por lo que las canciones son hit tras hit, este disco brilla por tener una obsesión con la muerte y el más allá, pero un más allá no sólo espiritual, sino físico. Las canciones son sobre las estrellas, el universo y la vida extraterrestre. Hay tracks como Wherever You Go que abren con las palabras que vienen grabadas en el disco de oro del Voyager que está viajando en el espacio con la esperanza de que vida inteligente lo encuentre:
We step out of our solar system into the universe, seeking only peace and friendship, to teach if we’re called upon, to be taught if we are fortunate.
Sin embargo, The Avalanches deben su fama gracias a su maestría en la producción, sobre todo a cómo mezclan sampleos de discos que tal vez nunca habías escuchado, con canciones ultra exitosas y desde Wildflower, con colaboraciones de los nombres más importantes en la música. Interstellar Love usa una de las partes más reconocibles de Eye in the Sky de Alan Parsons Project y lo más impresionante es que funciona junto a la voz de Leon Bridges.
Cada canción es como un juego en el que puedes adivinar de qué otros tracks está compuesta, un verdadero regalo para los melómanos más obsesivos, aunque la verdadera magia del disco (y del trabajo de The Avalanches) es dejarte fluir y aceptar que esas canciones son parte de algo nuevo, una nueva obra que tomó años en llegar a ser. Así como todo en el universo, la música del pasado simplemente se transformó en algo nuevo.
We Will Always Love You y el resto de la música de The Avalanches siempre vivirán a la sobra del primer disco de la banda. Aunque este cuente con nombres como Jamie XX, MGMT, Blood Orange, Sampa the Great y muchos más colaboradores que son verdaderas leyendas vivas, después de alcanzar la perfección no hay muchos lugares a los cuales ir, sin embargo, The Avalanches logró tomar un camino completamente distinto a su primer disco y llegó a nuevos horizontes.
Tal vez este disco no sea un clásico de culto de inmediato, pero estoy seguro que con el paso de los años puede alcanzar a sus predecesores en el Partenón de la música.