El slow travel, una tendencia que privilegia la calidad sobre la cantidad, invita a viajar más despacio, a vivir el destino y a sentirlo. Aquí no se trata de coleccionar sellos en el pasaporte, sino de sumergirse en la cultura, las tradiciones y el ritmo de vida local. ¿Te gustaría probarlo? Aquí te contamos cómo y dónde puedes empezar.
¿Cuáles son los mejores destinos para hacer slow travel en México?
1. San Cristóbal de las Casas, Chiapas: magia entre montañas
Este pueblo mágico, enclavado en las montañas chiapanecas, es perfecto para quienes buscan sumergirse en la naturaleza y la cultura indígena. San Cristóbal te invita a perderte entre sus calles empedradas, visitar mercados locales llenos de colores vibrantes y disfrutar de un café recién tostado en una de sus encantadoras terrazas.
Tómate el tiempo para conocer las comunidades tzotziles y tzeltales cercanas, donde aprenderás de sus tradiciones textiles y probarás el verdadero significado del comercio justo. No dejes de visitar el Cañón del Sumidero, un imponente escenario natural, pero hazlo en calma, admirando la biodiversidad que lo rodea.
2. Valle de Guadalupe, Baja California: el corazón del vino mexicano
Si amas echarte tus copitas de vino, el Valle de Guadalupe será tu paraíso. Este destino es ideal para desconectar y disfrutar de la vida a un ritmo más lento, con catas al aire libre, rodeado de viñedos y un paisaje árido que te invita a relajarte y reconectar con la naturaleza.
Explora sus bodegas boutique, donde los productores te cuentan las historias detrás de cada botella, muchas veces sin prisas y con una copa en la mano. Además, no te pierdas las opciones gastronómicas de la región: Baja Med, la fusión entre cocina mediterránea y mexicana, es una experiencia que merece disfrutarse en largos almuerzos bajo el sol.
3. Tulum, Quintana Roo: más allá de las playas
Tulum puede sonar como el típico destino turístico, pero con la mentalidad del slow travel, se transforma en una experiencia más enriquecedora. En lugar de ir de prisa de un cenote a otro, este lugar invita a detenerse, meditar y disfrutar del entorno natural.
Relájate en una clase de yoga frente al mar, disfruta de un temazcal para reconectar con tu interior, y prueba la cocina local en restaurantes que promueven la sustentabilidad. Explora las ruinas mayas al amanecer, antes de que llegue la multitud, y simplemente siéntate a admirar el paisaje.
4. Pátzcuaro, Michoacán: entre lagos y tradiciones
Un viaje a Pátzcuaro es como un viaje en el tiempo. Este pueblo repleto de historia y misticismo es ideal para quienes disfrutan de los rituales, las festividades y el folklore. Aquí, cada rincón está cargado de significado, y el ritmo de vida es tan calmado que parece que los relojes avanzan más despacio. Visita la Isla de Janitzio y observa cómo los pescadores utilizan sus redes en forma de mariposa. También puedes admirar la elaboración de artesanías en cobre en Santa Clara del Cobre, un oficio ancestral que se ha mantenido a lo largo de los siglos.
El slow travel es una invitación a redescubrir la esencia de los lugares y las personas que los habitan. La próxima vez que armes tu maleta, deja atrás la urgencia de “verlo todo” y atrévete a disfrutarlo todo, pero sin prisa.
El slow travel es una invitación a redescubrir la esencia de los lugares y las personas que los habitan. La próxima vez que armes tu maleta, deja atrás la urgencia de “verlo todo” y atrévete a disfrutarlo todo, pero sin prisa.
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