Ante la situación actual, millones de personas que nunca lo habían necesitado, se encuentran experimentando con el trabajo a distancia, las llamadas se han convertido en videollamadas, las clases han pasado a la aulas virtuales y mucho más. Una parte significativa de esas personas han optado por usar la plataforma Zoom, una de las mejores en la industria.
La empresa reportó que durante marzo, el incremento en su plataforma fue sustancial y que cerca de 200 millones de personas la usaban diariamente. Sin embargo, esto vino con una serie de problemas que nadie anticipaba, entre ellos una nueva tendencia llamada Zoombombing.
El zoombombing es llevado a cabo por individuos o grupos en línea que se infiltran en reuniones de Zoom con distintos motivos, algunos hacen comentarios racistas, otros se apoderan de la pantalla y muestran pornografía u otras imágenes perturbadoras y algunos que llegan a publicar información personal y confidencial sobre alguna de las personas que se encuentran en la videollamada.
El FBI fue uno de los primeros en advertir de esta tendencia al público, y desde entonces las historias se han disparado. Un joven de la Universidad Estatal de California fue hackeado mientras presentaba su proyecto a profesores y familiares, el hacker hizo dibujos obscenos que aparecieron en las pantallas de todos los espectadores. Otros zoombombers, han interrumpido reuniones en línea de Alcohólicos Anónimos incitándolos a beber.
Aunque la tendencia ha sido mayor en Estados Unidos, Zoom es una plataforma que funciona a nivel mundial y la vulnerabilidad existe en cualquier país. Aunque la empresa ha reforzado sus medidas de seguridad y trabaja día y noche por asegurar la confidencialidad de las llamadas, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ya declaró que se trata de una ofensa seria y que los que continúen con la práctica serán investigados y posiblemente arrestados.
Si tú estás haciendo videollamadas en Zoom, estas son algunas cosas que puedes hacer para evitar los hackeos:
Zoom tiene dos opciones de privacidad, generar contraseñas o crear una “sala de espera” en la que el administrador es quien da acceso a cada persona.
No compartas el link a las videollamadas en redes sociales, mucho menos en las que son abiertas al público.
Durante una videollamada, ve a opciones y cambia la configuración para que sólo el administrador pueda compartir pantalla.
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