Por Paloma Cuenca
Todas las mujeres estamos dispuestas a casi cualquier cosa, con tal de vernos lo más guapas posible. Es por eso, que ya son muchas las que están probando esta nueva técnica para lucir un cuerpazo.
La carboxiterapia es un tratamiento que consiste en la aplicación subcutánea de dióxido de carbono, con fines tanto estéticos, como médicos.
La terapia con dióxido de carbono nació en Francia, en la década de los 50, donde un grupo de cardiólogos empezaron a aplicar este método innovador a un grupo de pacientes con problemas circulatorios y acumulación de grasas, obteniendo magníficos resultados.
El procedimiento se aplica con una fina aguja, que al liberar el CO2, se dispersa por los tejidos, provocando así que los vasos sanguíneos se dilaten. De esta manera se incrementa el torrente sanguíneo y estimula la oxigenación de los tejidos. También activa la movilización de grasas en el tejido adiposo, reduciendo la grasa corporal, y reconstruyendo el colágeno.
Este tratamiento se utiliza para la eliminación de arrugas, reducción de la flacidez y la celulitis, blanqueamiento de ojeras, entre otros. Se puede aplicar en cara, brazos, abdomen, espalda baja, muslos y rodillas.
Si estás considerando probar este método, toma en cuenta que lo debe realizar un profesional. Los efectos secundarios son mínimos. Algunas veces pueden aparecer pequeños moretones y se puede tener una sensación de ardor en la zona tratada.
Desde luego que a nadie le gusta sentir como le clavan una aguja en la piel, pero si es para verte mejor ¿estarías dispuesta a intentarlo?
Twitter: @palocuenca