Taquearte hace de la experiencia de comer tacos algo más… particular. ¿Porqué arreglar algo que no está roto? Puede ser la primera idea que viene a la cabeza al llegar a una taquería de esta categoría. Todos estamos felices comiendo tacos callejeros en puestos improvisados, es más, hasta tenemos una técnica precisa para sostener taco, plato y refresco al mismo tiempo.
Es cuando pruebas algo como el Taco Rey que te das cuenta que no es una competencia, que estas nuevas taquerías no vienen a suplantar a las otras, sino que se complementan en ciertas cosas. El Taco Rey es el resultado de cuidar un taco para entregarlo en el punto perfecto al comensal, algo que tal vez no se puede hacer en una taquería donde sólo una persona tiene que servir a todos.
Es tan simple como una tortilla de harina con una base de queso gratinado, la carne de tu elección (la de pastor nunca falla), cebolla, cilantro y su salsa especial. Sí, no es nada más que una gringa con otro nombre, aunque también venden gringas, pero sin duda tiene algo especial.
Este taco siempre llega al punto, ni muy blando, ni muy dorado, el queso sirve de colchón perfecto para que los jugos de la carne no rompan la tortilla de inmediato y la salsa es una de esas que no pica, pero está cargada de sabor para exaltar el queso y la carne. Es un taco grande, por lo que no suele ser un acompañamiento con otro tipo de tacos en el menú, pero sin duda siempre vale la pena terminar con éste antes de pasar al postre, es uno de esos platillos que simplemente es un cierre perfecto.
El taco Rey es un taco que ejemplifica la experiencia de comer en Taquearte, una comodidad más que una necesidad, pero una vez que lo pruebas, si te das cuenta que es para ti, se convertirá en un regular que visitarás más de lo que esperas.