Viajar al fin del mundo para encontrar lo que nunca podríamos ver en nuestro lugar de origen es algo que nos ha llamado como humanidad desde el inicio. Explorar, descubrir e impresionarse con algo que nos demuestra que todos estamos conectados es una experiencia que pocas personas viven a lo largo de su vida, pero sin duda no es algo imposible.
Svalbard, un archipiélago noruego en el océano Ártico, se ha vuelto un destino codiciado para aquellos que disfrutan de la naturaleza, el frío y la exploración de lugares poco transitados en el mundo.
Sus impresionantes paisajes, que incluyen glaciares majestuosos, tundras magníficas y hielo marino, junto con el sol de medianoche, brindan a los visitantes la oportunidad de acercarse a la diversa vida silvestre, como ballenas, zorros árticos, aves y el icónico oso polar.
La capital de Svalbard, Longyearbyen, se encuentra en Spitsbergen, la isla más grande del archipiélago. Conocida como la ciudad más septentrional del mundo, Longyearbyen se ha convertido en un destino que inspira a los viajeros a explorar la vida silvestre del Ártico y navegar por los fiordos en barco. Además, en esta región se pueden encontrar atracciones únicas como el pueblo fantasma de Pyramiden y la bóveda del fin del mundo, donde se conservan millones de semillas.
El avistamiento de osos polares es uno de los principales atractivos de Svalbard, con una de las poblaciones más numerosas de estos animales en el mundo. La mejor época para verlos es de mayo a finales de septiembre, cuando también es posible observar ballenas beluga, rorcuales comunes, ballenas azules, ballenas jorobadas y ballenas minke, así como morsas en el fiordo Isfjorden.
Otro fenómeno natural asombroso que se puede disfrutar en Spitsbergen es el sol de medianoche, que ocurre al norte del Círculo Polar Ártico y al sur del Círculo Polar Antártico. Debido a la inclinación de la Tierra, el sol no se oculta durante un período de tiempo, resultando en 24 horas de luz diurna. Este fenómeno puede disfrutarse de abril a agosto en esta región, que tiene el sol de medianoche más largo del planeta.
Longyearbyen, la ciudad más septentrional del mundo, comenzó como una población minera en 1906. Aunque gran parte de la ciudad original fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial y las minas de carbón han desaparecido, hoy en día Longyearbyen es un punto de partida para explorar el Ártico noruego. La ciudad ofrece una postal única con sus coloridas casas de madera, galerías de arte, museos y pubs.
Los glaciares Mónaco y 14 de Julio son dos de los atractivos más destacados de Spitsbergen. El glaciar Mónaco, ubicado en Liefdefjorden, debe su nombre al príncipe Alberto I de Mónaco, quien inspeccionó el glaciar durante una expedición en 1906 y 1907. Con 60 metros de altura, este impresionante glaciar destaca por su llamativo tinte azulado. El glaciar 14 de julio, ubicado en la Tierra Haakon VII al noroeste de Spitsbergen, se eleva más de 30 metros sobre el nivel del mar y atrae animales como focas, osos polares y gaviotas tridáctilas, que son especialmente predominantes en el área.
El mejor momento para visitar Svalbard es de mayo a septiembre, período que coincide con la mayoría de las expediciones polares que exploran la zona. Durante estos meses, los avistamientos de osos polares son bastante comunes, ya que estos animales recorren el hielo derretido en busca de alimento.
Quark Expeditions, es la naviera en expediciones polares con una experiencia que te hará sentir seguro en todo momento. Gracias a su expertise, puedes tener por seguro que podrás ver algunos de los fenómenos naturales más impresionantes de la zona sin importar en qué momento visites.
Sus dos itinerarios de viaje son Intro to Spitsbergen, Fjords, Glaciers and Wildlife of Svalbard y Spitsbergen Photography y también In Search of Polar Bears. A través de estos, Quark Expeditions te invita a un viaje único en el que tendrás la oportunidad de compartir toda tu experiencia con un equipo de expertos y guías durante todo el viaje y combinar la navegación con actividades opcionales fuera del barco como kayak en el Ártico, SUP boarding, observación de aves o una caminata guiada.
Ambos itinerarios se realizan en su embarcación Ultramarine, diseñado con sistemas de sustentabilidad avanzados, con capacidad para 200 pasajeros y 140 tripulantes y que cuenta con cuatro bares, dos restaurantes, spa y gimnasio, dos helicópteros bimotores que ofrecen perspectivas aéreas épicas en las regiones polares y permiten aterrizajes en áreas remotas solo accesibles por aire, y veinte embarcaciones Zodiac de lanzamiento rápido. Simplemente imperdible.
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