Piensa en todas la veces que hiciste cosas que no te hicieran feliz solo por el simple hecho de querer quedar bien con alguien o por no poder decir que no. A esto se le llama el síndrome de la persona buena y es más común de lo que podrías imaginarte. Dando como resultado una terrible racha de malas elecciones por no tener la valentía de poner un alto.
El síndrome de la persona buena viene de un término en inglés conocido como “People pleaser”, frase que se refiere a las personas que están constantemente complaciendo a los demás todo el tiempo sin ponerse como prioridad. Algo que de momento podría no tomar mucha importancia pero que poco a poco se va convirtiendo en una rutina muy agotadora que no se podrá frenar, olvidándose de uno mismo por entregarse de lleno a lo que los demás quieren.
Ahora que si ya te diste cuenta de que comienzas con actitudes de este tipo o alguien que quieres, es importante que le pongas un alto para evitar que puedan dañarte emocionalmente sin que te des cuenta. Entre las actitudes más frecuentes del síndrome de la persona buena se encuentra el no poder decir que no, evitar conflictos pese a que no estés de acuerdo, priorizar lo que otros quieren o necesitan, dejar que abusen de ti y muchas mas.
En sí puede que un día quieras dejar que un amigo, pareja o familiar se salga con la suya decidiendo algo pero cuando ya es una actitud frecuente en la que no dices ni como te sientes, es ahí el problema. Empieza como algo muy pequeño pero se va haciendo una bola de nieve interminable en la que no estarás feliz cediendo pero tampoco podrás pararlo.
Claro que es evidente que esto no se frena de la noche a la mañana, lleva un proceso de amor propio muy grande en el que por todo lo que te amas, deberás de tomar acciones para sanar. Desde aprender a ponerte como prioridad de todo lo que hagas, mejorar tu autoestima para que no sientas que no mereces algo, aprender a poner límites en donde quede super claro que no eres tapete de nadie y sobretodo el no sentir miedo por ser tu mismo.
Recuerda que es casi imposible complacer a todos, siempre habrá algo que a alguien no le parezca por lo que olvida todo lo que no te aporte y empieza de cero, trazando muy bien tus prioridades para que nadie se logre meter en las ideas que ya tienes sobre lo que sea.
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