Dentro de una relación pueden presentarse diversas manifestaciones de toxicidad entre la pareja, pero muchas veces no se pueden identificar estos comportamientos por el cariño que se tiene por la persona. Reconocer las señales de que estás en una relación con una pareja tóxica es fundamental para proteger tu bienestar emocional y mental.
Según Kaytee Gillis, quien es psicoterapeuta, la toxicidad puede manifestarse como manipulación, control, abuso emocional y físico. Estos comportamientos no sólo afectan la autoestima y la confianza, sino que también pueden tener consecuencias duraderas en la salud psicológica de una persona. Por eso aquí te compartimos 5 indicadores de que tienes una pareja tóxica.
Indicadores de una pareja tóxica
Es una persona abusiva
En una relación tóxica, una persona ejerce poder y control sobre la otra mediante abuso físico, emocional o verbal. Aunque no todas las relaciones tóxicas son abusivas, todas las relaciones abusivas son tóxicas. Estos comportamientos pueden incluir menosprecio constante, amenazas y violencia física.
Tiene rasgos narcisistas
Una pareja que muestra rasgos del trastorno de personalidad narcisista, como la falta de empatía y una necesidad excesiva de admiración, puede ser tóxica. Si tu pareja constantemente busca validación y descarta tus necesidades o sentimientos, podrías estar en una relación narcisista. Estas relaciones pueden variar desde insalubres hasta altamente tóxicas y abusivas, dependiendo de la intensidad de los rasgos narcisistas.
Te aleja de tus amigos y seres queridos
Utilizar tácticas de manipulación como el gaslighting, la triangulación y los chismes para controlar o socavar la identidad del otro es una señal de una relación tóxica. Difundir rumores para aislar a tu pareja de amigos y familiares, o explotar sus recursos para tu beneficio personal, son ejemplos de manipulación emocional que priorizan tus necesidades a expensas del bienestar de tu pareja.
Quiere dominar cada área de tu vida
Ejerciendo dominio sobre tu pareja mediante la restricción de su libertad, el monitoreo constante de sus actividades o dictando su comportamiento, indica una relación controladora. Exigir constantes actualizaciones sobre su paradero y enojarse si no cumple es un claro ejemplo de control excesivo que limita la autonomía y libertad de tu pareja.
Ser competitivo y resentido
Cuando una persona en la relación se percibe a sí misma como inherentemente superior y más merecedora de control e influencia, se crea una desigualdad de poder. Descartar las opiniones o decisiones de la pareja porque uno se considera más inteligente o exitoso es una señal clara de toxicidad. La forma en que se maneja esta diferencia de poder es crucial para determinar la salud de la relación.
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