8 minutos con 46 segundos, el tiempo que Derek Chauvin estuvo arrodillado sobre el cuello de George Floyd. 8:46 a.m., la hora registrada en el nacimiento del comediante Dave Chappelle, una de las voces más controversiales y escuchadas de la comedia contemporánea.
Chappelle regresó a Netflix con un nuevo especial, pero cuando su comedia es reconocida por llevar al limite lo políticamente correcto, este especial (publicado por la cuenta de Youtube Netflix is a Joke) habla desde la rabia, la impotencia, el enojo y una deuda histórica que en Estados Unidos hoy se vive en las calles.
Es el primer show de una gran productora grabado en Estados Unidos con las precauciones del distanciamiento social, por lo que resulta ominoso ver a los espectadores alejados unos de otros, ver cómo les toman la temperatura en la entrada y ver sus reacciones mientras usan cubrebocas.
Se trata de un especial histórico y Netflix lo sabía, por eso tomó la gran decisión de darle a Chappelle el micrófono y dejarlo hablar sin censura, sin pedirle que fuera un stand up que hiciera reír (claro que con él eso es imposible) y simplemente dejarlo comentar acerca de la situación que se vive en su país.
8:46 es un monólogo en el que Chappelle menciona las razones de su supuesto “silencio” ante las protestas, donde recuerda que hay muchas otras personas asesinadas por la policía además de George Floyd, donde hace un recuento histórico del racismo que se vive en Estados Unidos y la manera en que distintos medios ayudan a perpetuarlo.
Este puede ser el stand up donde menos reirás, donde puede que incluso llores, pero sin duda es el stand up más importante que deberías ver.
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