Para quienes amamos el aire libre, tendemos a ver el tiempo que pasamos en los bosques, campos, montañas y desiertos como una fuente de felicidad importante. Una mañana de caminata en el bosque puede ser relajante y revitalizante como pocos tienen idea. Si eres de este club, entiendes perfecto a qué nos referimos. Asombrarse por cosas simples pero complejas de la naturaleza es uno de los regalos más preciosos de salir al campo.
Pero en estos momentos y, en general en la vida, no tenemos oportunidad de estar en las montañas, mares o desiertos todo el tiempo. Simplemente pensar en el mundo natural puede darnos un poco de consuelo y satisfacción. Aún mejor es la oportunidad de pasar las páginas de un libro lleno de fotografías impresionantes dedicado a la flora, la fauna y los paisajes que definen el mundo salvaje más allá de nuestra vida cosmopolita.