El sistema de propinas es un juego muy extraño del que tienes que enterarte antes de viajar a otro país. Si vives en México, la propina es opcional, pero se espera un 10% mínimo. Al llegar a Estados Unidos, el mínimo incrementa al 15% y es importante notar que aquí se espera una propina en gran mayoría de los servicios, como al usar un taxi o al comprar un bien o servicio.
Del otro lado del mundo se encuentra Japón y es tal vez por la distancia o por la ya conocida diferencia cultural entre el país de oriente con la cultura occidental, que suele salir a discusión al hablar de propinas. Y es que se dice que allá no se acostumbra dar propinas y que de hecho es considerado una falta de respeto.
En pocas palabras, NO deberías dar propinas en Japón, sobre todo si la cultura estadounidense predomina, donde se dan propinas a cualquier tipo de servicio. Pero hablando exclusivamente de los restaurantes, muchos de ellos te piden pagar en caja y no desde tu mesa, donde tampoco debes dar propina. Sin embargo, hay maneras en que tu propina se refleja.
Una es un cargo por servicio que muchos restaurantes incluyen en la cuenta. Usualmente es del 8% del total, por lo que aún estás hablando de menos del 10% que se espera en México y casi la mitad de lo que se pide como mínimo en Estados Unidos. Además, los restaurantes de lujo sí llegan a sumar un cargo extra que va del 10 al 15%, por lo que no se puede decir que en ninguna parte de Japón se da propina.
La realidad es que no sólo es en Japón, muchos países asiáticos no tienen establecida la cultura de las propinas y es que los salarios de los meseros deben ser suficientes para ellos. En occidente la industria ha pasado de ver las propinas como un extra, a considerarlo como algo esencial en las ganancias de los meseros, haciendo que sus sueldos reales sean muy bajos y que dependan del éxito del restaurante para poder ganar lo suficiente.
Recientemente se abrió la discusión acerca del robo de propinas por parte de los dueños de restaurantes en México. Además de precarizar la labor del equipo, las propinas se han convertido en un método de control de los trabajadores, donde un error les puede costar la mitad del sueldo del día o incluso más.
Tal vez las propinas comenzaron como una manera de dar las gracias al equipo que ayuda en el restaurante, pero poco a poco se ha transformado en un arma de doble filo. No se trata de quitar las propinas y dejar a los trabajadores sin nada, sino de establecer un salario realmente acorde a los servicios que se prestan para que un día las propinas no sean necesarias.
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