El arte de la sastrería es una profesión que con los años ha disminuido drásticamente. A pesar del inmensurable talento creativo que tiene nuestro país, no hay escuelas que inculquen este tipo de artesanía como profesión. Todo está enfocado a la innovación y a las propuestas de diseño, que también es muy buen nicho de mercado, pero deja a un lado la magia del “hecho a la medida”.
De igual forma, las boutiques que se enfocan en ofrecer trajes a la medida tienen la balanza muy desequilibrada. O son muy caros y de no tan buena o mediana calidad, o ninguno de los dos, porque simplemente son prendas que se les llaman “sacos” o “pantalones de vestir” porque tienen la forma. Un verdadero traje sastre de excelente calidad es aquél que está hecho especialmente al cuerpo del cliente y personalizado por él mismo. Claro, con la máxima calidad de mano de obra y materiales.
Y aunque en otros países más avanzados se le dé la importancia que esta labor merece, en México aún falta mucho camino por recorrer. Un camino que probablemente se vuelva mucho más corto gracias a Sartelier, plataforma especialmente dedicada a ofrecer este servicio.
Se trata de un nuevo concepto —y cuando decimos nuevo, we mean it— que digitalizó el canal de venta de estas prendas para recortar gastos innecesarios y enfocarse en lo que se debe: servicio personalizado, la mejor hechura y los mejores textiles y avíos.
Patrick Lassauzet, creador de Sartelier, es egresado del ITAM con título de administración de empresas y maestría en mercadotecnia. Dos profesiones que al cabo de unos años lo llevaron a trabajar en la industria de las finanzas personales: “Al final terminé a cargo de la mercadotecnia de la empresa ‘Resuelve tu Deuda’ y lo disfrutaba muchísimo. Pero si a los 28 años te despiertas por la mañana y te preguntas, ‘¿estoy haciendo en verdad lo que me gusta?’ Y si la respuesta es ‘no’, es bastante preocupante. Para ese punto ya necesitas empezar a treparte en el tren de tu vida. Entonces hice un gran esfuerzo de decidir qué era lo que quería.”
La realidad es que no fue muy complicado saberlo, el punto fue aceptarlo: “Siempre lo supe. Pero antes, el diseño de moda no era algo que podías considerar. Era un mundo solo para las personas que nacían relacionados con él, que alguien de su familia ya hacía. Pero al final decidí por lo menos correr el riesgo y ver qué pasa. Siempre me ha llamado mucho la atención la moda masculina, en especial el estilo clásico. Yo creo que hay diseñadores mexicanos con propuestas de moda masculina impresionantes en México, como Trista. Y no solo en prendas, sino también en calzado y accesorios. Pero no es mi estilo. A mi me gusta más lo clásico, por lo que vi que había una oportunidad para trajes buenos en México.”
Después de hacer lo teórico, como realizar un estudio de mercado y desarrollar un plan de negocios, Patrick fue directo a platicar con la Asociación Nacional de Sastres: “Tuve la suerte de que el día que les toqué a la puerta estaba el presidente de la asociación. Les conté mi idea y me dijeron que estaba loco. Al final hicimos click porque les dije: ‘Nuestros abuelos iban a hacerse trajes al sastre, nuestros papás ya no, ellos ya iban a la tienda. Y nosotros mucho menos. Pero hoy en día sí hay un mercado de hombres a los que les encantaría mandarse a hacer ropa.’ ”
Claro que hubo muchos proveedores que no creyeron en su proyecto, pero eso no fue ningún obstáculo. “La calidad de un traje la determinan dos cosas: el casimir (la tela) y la hechura. Conseguimos los mejores casimires de México y a sastres profesionales. Todo local, que es parte de la ideología de la empresa”, nos comentó Patrick.
La personalización, trabajo a mano y detalles artesanales son una propuesta de valor que actualmente tienen muchísima importancia en la industria del lujo mundial. Y ni se diga del e-commerce. Por eso es muy lógica la relación entre la sastrería y su venta online. La pregunta aquí es ¿cómo digitalizar una profesión tan personal y dedicada al detalle? ¿Dónde queda la experiencia de ir al sastre? “No la digitalizamos. La hechura artesanal sigue siendo artesanal. Solo el canal es diferente. La experiencia de ir al sastre la cambiamos por dos cosas: por la experiencia de personalización de que tu solito lo hagas y la estandarización de la toma de medidas por medio de los videos tutoriales. No es necesario ir al sastre a que te tome las medidas. Si tu mamá o pareja lo hacen, la probabilidad de que quede perfecto es de 100%.”
Son apenas seis meses desde que Sartelier nació oficialmente: “Los primeros trajes empezaron a salir en octubre de 2014, pero el sitio se lanzó el enero de este año. La respuesta ha sido increíble, a tal grado que en este momento hay lista de espera para los pedidos. Hay clientes que ya van por su cuarto o quinto traje.”
Sartelier es una marca mexicana diferente, elegante y expresamente dedicada a los más mínimos detalles. Valores que son fielmente representados por su logo: “En inglés hay un dicho que dice ‘9 tailors make a man’, entonces yo quería que tuviera que ver con el número nueve. Pusimos un zorro porque representa masculinidad, y aprovechamos para ponerle nueve colas. Después nos topamos con que en la mitología japonesa a un zorro le sale una cola nueva entre más sabio se vuelve, entonces el máximo son nueve. Todo hacía sentido. Y como los trajes son hecho en México, quería que las colas se acomodaran de tal manera que parecieran una planta de agave, sin que fuera literal.”
Definitivamente, el mercado actual lo rige el consumidor. Por eso Patrick se guía por dos palabras que hacen toda la diferencia: Happy men. “A mi lo único que me interesa son hombres felices. Si el cliente siente que le estoy viendo a la cara, no va a ser feliz o no le quedó bien su traje, no importa, se lo arreglo”, nos dijo.
¿Y qué pasa con los profesionales que continúan con su oficio en esas sastrerías de antaño que ya son tradición? “Ellos no son mi competencia. Solo alrededor del 2% de los trajes que se venden en México están hechos a la medida. Mi objetivo es competir con las boutiques. Jalar al público que puede pagar un traje high-end ya fabricado en tallas convencionales para que prefiera algo made-to-measure. Actualmente las personas que se han acercado a nosotros es por dos cosas: porque tienen un cuerpo que no se adapta a la ropa de las tiendas o porque saben mucho de estilo y saben lo que quieren pero no lo encuentran. Además, tenemos una garantía de perfecto ajuste. Si no te queda el traje nosotros te lo arreglamos hasta que quede perfecto.”
La producción masiva de ropa ha dominado la industria mundial durante las últimas décadas. Sartelier va en contra de esto. Es lujo mexicano que no se apoya en una boutique con muebles de caoba para respaldar su ideología. Si net-a-porter.com ha revolucionado la industria de la moda de lujo en el mundo, estamos seguros que Sartelier puede desempeñar un papel muy importante para comenzar por hacer esto con México.
Para más información entra a Sartelier.com
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