Hay muchas maneras de celebrar el 14 de febrero. Pero mejor inicio o final no podemos imaginar sin un brindis con el vino indicado. Qué mejor que complementar la cena especial de San Valentín que con “el vino de una sola noche”, es decir, un rosé.
Todos los buenos momentos van acompañados de un buen licor. Es un vino difícil porque está lleno de sutilezas en el aroma, el sabor, el color y debe apreciarse en todos sus matices. Por eso te recomendamos estos cinco rosés, todos tienen diferentes tonalidades, años y marcas.
El amor se expresa con Moët & Chandon Rose
Dom Ruinart Rosé
El chardonnay es la esencia de la casa Ruinart. El corazón está en las uvas que cosechan en Côte des Blancs y Montagne de Reims. Este rosé es intenso, frutal y aromático. La sensación se la debe a que es 45% Chardonnay y Pinot Noir. Es fresco y sutil al olfato, maduro con cerezas y bayas rojas, seguido de un toque de flores.
Louis Roderer Brut Vintage Rosé 2009
Hecho con las viñas más antiguas de Louis Roderer: con un 66% de uvas Pinot Noir y un 34% de Chardonnay. Obtiene el tono rosa por las horas que maceran las uvas en la prensa. Es de aromas afrutados con toques de frambuesa ácida, cerezas negras y perfumes de cascaras dulces. En el paladar resaltan sabores a manzana madura, ralladura de limón y almendra cremosa. Todo un deleite.
La botella de Rosé Champagne más grande del mundo
Taittinger Brut Prestige Rosé
Una mezcla entre uvas Pinot Noir y Pinot Meunier, este es una Champagne frutal y flexible con burbujas finas, un acabado crujiente, refrescante y de longitud extendida. Tiene un color rosa cereza con una fragancia clásica y elegante de flores y matices de tierras.
Moët Chandon Brut Rosé Grand Vintage 2000
41% Pinot Noir, 39% Chardonnay, 20% Pinot Meunier. Grand Vintage es una edición muy especial. Las uvas vienen de la misma añada para respetar la individualidad de cada cosecha. Tiene indicios de frutas rojas como la frambuesa y la fresa. Su complejidad es intensa por el amizcle, y condimentado por la nuez moscada.
La cava de Veuve Clicquot… al fondo del mar
Veuve Clicquot La Grande Dame Rosé 1998
Es luminoso, con un rojo dorado persistente. Tiene notas intensas de frutas secas como el higo y de especias como la vainilla que se combina en armonía con una base suave. En el paladar la textura es profunda y densa. Al final quedan notas de cerezas negras y frambuesas. Tiene muy buena estructura de Pinot Noir.
Dom Perignon Metamorphosis Rosé
Un rosé concentrado y muy bien definido. Es sedoso, las especias desaparecen gradualmente en un mineral con acabado salado. Tiene un perfil de fresas, pasta de frutas, biscotti, anís y jengibre con una sensación ácida. La botella es una edición especial limitada que el diseñador Iris Van Herpen hizo para Dom Perignon.
La segunda Plenitud de Dom Pérignon ya está en México
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