Si vives en el sur de la ciudad, sabes que encontrar una experiencia gastronómica que combine buena cocina, arquitectura memorable y excelente hospitalidad no es tarea fácil. Desde su apertura en 2021, Rocasal se ha mantenido como una de las propuestas más sólidas y propositivas al sur de la ciudad. Hoy, a tres años de su inicio, tanto el lugar como su cocina sigue evolucionado hacia una propuesta más pulida, personal y emocional. La chef Atala Olmos, con más de dos décadas de experiencia en cocinas de Europa, Asia y Norteamérica, ha sabido imprimir su sello en cada plato, cuidando ese sazón característico, el balance y el detalle en cada plato.
Ubicado en Pedregal, este restaurante además de su excelente comida, cuenta con una arquitectura inspirada en el estilo de Barragán y un espacio lleno de detalles pensados para disfrutarse sin prisa. Hay manteles de lino, vajilla hecha por artesanos mexicanos, salones con techos bajos y una terraza donde se te pueden ir horas en sobremesa.

Un menú, propuestas deliciosas y los que tienes que probar en Rocasal
Detrás del menú está la chef Atala Olmos. Su propuesta, definida como cocina internacional contemporánea, se enfoca en ingredientes naturales, técnicas limpias y combinaciones que funcionan. La carta cambia con la temporada, pero mantiene una línea clara: productos alta calidad, platos balanceados y sabores realmente buenos donde se cuida hasta el último detalle.


Los platillos que recomendamos
- Teja de romesco con salmón marinado y lima kefir, es ideal para abrir apetito.
- Ceviche Thai de la casa, está delicioso con toques de coco y serrano rojo.
- Carpaccio de res con pistache y queso Idiazabal
- El taco de jaiba suave con alioli de cilantro y salsa macha de chiltepín. Una experiencia completamente diferente que vale la pena expetimentar.
- La pesca del día con crema de cebolla y setas, simplemente delicoso.
- Tacos de filete en salsa de ajonjolí tostado y salsa macha. Estos tacos son top, 10/10.
- El pato con mole negro y puré de plátano macho. El mole lo preparan con más de 23 ingredientes y realmente es una locura lo increíble que está.
Los postres también destacan, especialmente el de guayaba estilo Rocasal y el kiwi en versión deconstruida, ambos más frescos que dulces, con texturas que hacen diferencia y con ganas de comer más. Todo servido en platos y bowls que parecen hechos a la medida para cada receta.
Desayunos que valen la pena
El desayuno en Rocasal también es para empezar bien el día, esos lugares que hasta te emociona ir para comer deli y tiene varios imperdibles. El bowl de frutos rojos es ligero pero muy completo, aquí te sirven una muy buena porción, si obtienes ese calidad-precio. Los chilaquiles (en cualquiera de sus versiones) tienen el punto exacto entre textura y salsa, mientras que el sope estilo Rocasal, es una mezcla de cecina, frijoles refritos, acompañado de queso panela, crema y salsa verde, está buenazo. Y no puede faltar el pan dulce artesanal, horneado en casa, que llega a la mesa calientito, pero tienes que pedirlo desde que te sientas porque si se acaba.
Una experiencia completa (y en el sur)
Además de la comida, Rocasal ha cuidado cada detalle de la experiencia. El ambiente es relajado y sútil, con buena música, vinos interesantes —nacionales e internacionales— y un excelente equipo que busca ofrecer el mejor servicio y hospitalidad. También hay una barra abierta hacia la cocina fría, desde donde se puede ver al equipo trabajar en tiempo real.

Y si llegas antes o te quedas después…
Rocasal forma parte de Cráter Pedregal, un espacio que combina bienestar, diseño y experiencias pensadas para quienes disfrutan tomarse su tiempo. Si llegas antes, puedes agendar una clase en alguno de sus estudios: desde pilates en Sona, sesiones de barre en Barre Sí, hasta entrenamientos más dinámicos y de alto rendimiento en LAB Fitness Room u Orangetheory. Cada uno tiene un enfoque distinto, pero todos cuidan los detalles.
Después de comer, vale la pena darte una vuelta por las boutiques del lugar. LUMA ofrece ropa deportiva con diseño limpio y funcional; MÁTHE Lab es una marca mexicana de cosmética sólida, vegana y natural; y Glowbox, una máquina expendedora de productos de belleza, hace que llevarte algo sea tan rápido como práctico
Además, todo el complejo fue diseñado con un enfoque en sustentabilidad: usan materiales reciclados, techos verdes y recolección de agua pluvial. Si vives cerca, ya lo sabes. Si no, vale la pena el viaje.
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