En la penultima temporada de Mad Men, la fiebre espacial está a tope cuando Neil Armstrong llega a la Luna. Ese momento es importante en el episodio por muchas razones, pero una que se quedó conmigo es cuando Don Draper habla con su hija y ella, en estado de rebeldía adolescente le dice que no hay nada que festejar cuando el gobierno gasta millones en enviar gente a la Luna mientras la guerra en Vietnam continúa dejando miles de muertos en ambos lados.
Sally Draper ejemplifica a la perfección el sentir de millones de personas que se cuestionan qué hacen los hombres más ricos del planeta buscando crear el turismo espacial mientras el planeta se encuentra al borde del colapso. La carrera espacial ya no es peleada por las potencias mundiales (aún), sino por las empresas de los hombres más ricos del mundo.
Bezos, Branson y Musk son los nombres que más resunenan al hablar de turismo espacial. Elon Musk ha logrado mucho trabajando junto a la NASA para enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional, mientras que Bezos ha acaparado la atención recientemente al anunciar que partiría al espacio en una cápsula de su empresa, Blue Origin el próximo 20 de julio.
Sin embargo, Richard Branson, quien lleva décadas planificando una nueva industria (a través de Virgin Galactic que fundó hace 17 años), la del turismo espacial, logró ser el primero de todos en abordar una de sus naves autofinanciadas y ser uno de los pocos civiles que han llegado a donde sólo los astronautas podían. El pasado domingo 11 de julio el avión espacial supersónico de Branson, el SpaceShipTwo, Despegó en Nuevo México, elevándose a más de 15 mil metros de altura. Finalmente, el inglés logró cumplir un sueño que había tenido toda la vida y elevarse 88 kilómetros sobre la superficie de la Tierra para verla como muchos sólo podemos soñar.
Branson y el equipo que lo acompañó tuvo una misión de casi una hora y aunque sólo pasó unos minutos sin gravedad, fue suficiente para inaugurar una nueva era en la industria espacial, pues esto afectará al turismo, la investigación y el comercio.
Por su parte, Neil deGrasse Tyson, el afamado astrofísico, dijo que lo que hizo Branson no fue un viaje al espacio, sino un viaje suborbital, por lo que Bezos aún tiene oportunidad de ser el primer billonario en viajar al espacio, aunque se trate de un tecnicismo.