Llegamos a la Universidad Iberoamericana si saber qué esperar. Con sentimientos encontrados pues, entre que estábamos emocionados por ver a los guapos protagonistas de los derrumbes de la ciudad, y queríamos conocer todas las historias que estos seres humanos tienen que contar. Al llegar al auditorio vimos algo que jamás esperamos: una sala tan llena que la plática se pospuso una hora ya que nos tuvieron que cambiar de aula.
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Caminando hacia el nuevo lugar, lo único que pudimos ver era que entrar a escuchar a estos rescatistas sería algo parecido a las cadenas de un antro. Todo el mundo se empujaba en la entrada, la sala estaba prácticamente llena y no había un lugar más. (Nosotros nos encontrábamos afuera de la sala, sin embargo, por suerte, dejaron pasar a 5 personas más y nosotros fuimos una de ellas).
Los rescatistas estaban al frente sufriendo con algunos problemas técnicos, pero listos para dar una experiencia inolvidable a más de 300 personas. En punto de las 17:07 de la tarde la plática comenzó con un FUERTE aplauso. Fue imposible que no sentir la piel chinita y alcanzamos a ver unas cuantas personas que no pudieron evitar sacar algunas lágrimas al sentir el agradecimiento que los mexicanos transmitimos con ese aplauso.
Fuimos doblemente suertudos pues nos tocó sentarnos en primera fila al lado del grupo de rescatistas que no estaban sobre el podio. Ahí, pudimos observar y sentir el agotamiento que tenían luego de pasar días ayudando entre los escombros que invadieron las calles de la CDMX. Cada integrante del equipo iba vestido con una playera naranja en donde tenían plasmado el nombre de la empresa y en la parte trasera decía “search & rescue team”, jeans y zapatos para hacer alpinismo o unas botas cafés con resorte en las partes laterales y goma en la planta de los pies, eran aproximadamente 15 y todos hablaban hebreo.
De hecho, la platica se llevó a cabo en hebreo y una argentina (que formaba parte de su equipo) tradujo toda la sesión. Durante la hora y media que estuvieron al frente nos pusieron un video, bastante impresionante, en donde contaban su experiencia en los diferentes desastres naturales que habían estado presentes. Explicaban detalladamente cómo había sido su proceso y al mismo tiempo interactuaban con la persona que estaban en el público y les pedían que les contaran su experiencia con el terremoto del 19 de septiembre. Sin embargo, al finalizar tuvimos la oportunidad de platicar con tres miembros del equipo y pudimos preguntarles cómo es la vida de un rescatista y sus pensamientos sobre México.
¿Cómo se lleva a cabo un proceso de rescate?
Primero que nada debes de llegar a preguntar información sobre el edificio, las personas que vivían ahí, sus rutinas (ya que no es lo mismo si el desastre pasa a las 23:00 o a las 10:00 am). Esto te permitirá recrear el lugar de los daños y empezar con tu búsqueda. Es importante que algún familiar o persona que conozca la zona esté ahí pues, si encuentras ropa o fotografías querrá decir que estás en su departamento, cuarto o sala y te podrá guiar. La intuición juega un papel importante aquí pues en varias ocaciones la seguimos y solemos encontrar cuerpos, pistas o personas.
¿No te da miedo estar bajo los escombros?
No. Siempre que nos metemos tenemos a muchas personas alrededor a las que admiramos y confiamos plenamente en ellas. Sabemos que si algo pasa van a hacer cualquier cosa por rescatarnos.
¿Por qué decidieron ser rescatistas?
Creo que es algo que te deja el ejército. Todos los que formamos parte de este grupo estuvimos en el ejército y siempre tuvimos la oportunidad de ayudar a personas. Siempre quisimos dedicarnos a salvar vidas. Al principio es difícil pero es algo que siempre te deja una gran satisfacción.
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¿Cómo controlas tus emociones luego de ver y vivir cosas tan fuertes?
(Esta pregunta fue hecha al líder y fundador de la empresa quién ha trabajando en ella 25 años y ha sido capitán y general del ejército de Israel)
R= Creo que no soy el indicado para responder esta pregunta. Llevo más de 20 años en esto y para mi es normal. Es mi trabajo, de hecho mientras estuvimos en uno de los escombros, los mexicanos nos pidieron que nos fuéramos pues el equipo se estaba riendo, comía y actuaba completamente normal. Sin embargo, esto jamás fue con el afán de faltarles al respeto, simplemente nos hemos acostumbrado a esto y cada vez es más fácil.
Es muy importante tomar tiempo para ti y tu familia luego de pasar días ayudando en escombros. Debes platicar de tus emociones con tu equipo y salir a comer, tomar y disfrutar tiempo con tus seres queridos.
¿Qué piensas sobre México?
R1= Lo que más me impactó fue la gente mexicana que se para una al lado de la otra y todos están ayudando a pasar escombros o comida. Todo el tiempo nos ayudaron, pedíamos una pala y al instante teníamos una pala. De hecho, rompí mi pantalón con unos metales que había y pasó un segundo y medio cuando ya tenía un pantalón nuevo. Todo ese tiempo de ayuda, las filas, la comida que te dan, las personas corriendo, eso fue lo más impactante.
R2= Realmente venir a México fue impresionante. Es el primer país que visitamos que tras un desastre natural en lugar de correr al lado opuesto del derrumbe o quedarse afuera mirando, corren directamente al desastre y se organizan para salvar y ayudar a las personas que se quedaron atrapadas.
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