Por Mariana Rubio
El día de la madre es quizá uno de los más celebrados, no solo porque las mamás se merecen todo lo mejor por su impresionante labor, sino también porque son las reinas de la casa.
Pero para el resto de la familia, decidir qué le regalarán a mamá es una tarea complicada. Opciones sobran, pero conseguir el regalo perfecto, que le saque una sonrisa y la haga sentir especial, hay pocos. Entre esos pocos, está el paquete del Remède spa del hotel St. Regis de la Ciudad de México.
El spa ofrece un atractivo paquete llamado ¨Es nuestro día mamᨠque incluye un masaje relajante con piedras calientes de 60 minutos, un facial personalizado de 30 minutos, un manicure de 30 minutos, y una tabla de quesos acompañada de una copa de champagne durante el manicure, todo para dos personas. El costo del paquete es de $5,300 por las dos personas, con los impuestos incluidos.
La experiencia comienza en el lobby del spa, donde el amable personal les dará la bienvenida, invitándolas a pasar a cambiarse a los vestidores. Una vez listas, podrán relajarse un rato en el recibidor, donde aguas frescas, nueces y frutos secos, las deleitarán. Posteriormente es turno del tratamiento. sus spa buttlers las guiarán hacia la cabina.
Una vez dentro, con la temperatura ideal, la iluminación tenue y una cómoda cama, es turno de disfrutar de un exquisito masaje relajante. Con piedras calientes como cómplices de la relajación, parafina para los pies y movimientos que acabaran con cualquier rastro del stress, este tratamiento hará que se olviden de todos sus problemas. Una vez concluído toca turno al facial. Durante 30 minutos, en la misma cabina, las invitadas se dejarán consentir, con masajes de cráneo, limpieza profunda, exfoliación, o cualquier servicio que la persona necesitara, ya que el facial es personalizado.
Por último, su spa buttler las guiará hacia el salón de belleza. Un muy iluminado espacio, con una vista inigualable de la Ciudad de México, las acogerán durante 30 minutos, mientras disfrutan de una exquisita tabla de quesos, y una copa de la más fina champaña muy al estilo St. Regis.
Sin duda la experiencia es no solo el regalo perfecto para el día de las madres, sino para cualquier ocasión donde consentir a mamá sea la meta.
Sígueme en @marianarubio.