Por Alba Aguilar
Una de las pistas favoritas de los pilotos profesionales lleva por nombre “Raidillon”, ubicada en el Spa-Francorchamps en Bélgica. Esta pasión por las carreras y los automóviles fue traducida en exclusivas piezas cronográficas, y fue así como nació la marca Raidillon en el 2001.
Debido a que esta pista solo tiene capacidad para 55 coches, la marca relojera solo produce 55 modelos exclusivos en cada colección que presenta. Cada uno numerado y estratégicamente posicionado en el mundo.
Es tal su valor, que se le entregó una pieza a cada piloto del equipo que resultaba victorioso en aquella pista, por un lapso de 5 años. Definitivamente un reloj de colección para los amantes de la emoción automotriz.