Por Redacción The Happening
En un ambiente de fiesta, donde el olor a exquisito habano se hizo notar, la marca Rado, presento sus lanzamientos y adelantos en relojería, con una cata de habanos de Casa del Habano, y champagne Piper-Heidsieck, en el restaurante Palm de Polanco.
Los principales protagonistas del evento; los espectaculares relojes Rado, fueron el parteagüas, para lo que sería un happening exquisito.
Uno de los relojes presentados fue el Rado DiaMaster Cronógrafo cerámico automático XXL en cerámica de alta tecnología. El moderno y elegante reloj, refleja el lado más tecnológico y jovial de la marca. Tanto su caja como pulsera, son de cerámica negra de alta tecnología, cuenta con un cristal de zafiro abombado con revestimiento anti-reflejo a ambos lados. También tiene un cronógrafo automático, 37 joyas, 6 agujas, fecha a las 4.30, reserva de marcha de 42 horas, segundero, contadores de 12 horas, 30 minutos y 60 segundos, rotor negro oscilante, movimiento con decoración.
También el Rado DiaMaster automático en plasma y piel, protagonizó. Con su estilo más conservador pero trendy, este reloj es sinónimo de buen gusto.El reloj automático, tiene una reserva de marcha de 42 horas. La correa de piel marrón oscuro, refleja la elegancia que le caracteriza. Su caja es de cerámica gris de alta tecnología, y cuenta con un cristal de zafiro con revestimiento anti-reflejo.
Tras conocer y tener un acercamiento con los relojes, amigos, compradores, conocedores, clientes y sibaritas, que se dieron cita en el Palm de Polanco, se dispusieron a dar comienzo a la interesante cata.
Las palabras de bienvenida, estuvieron a cargo de la directora de Rado en México; Michelle Pell, para dar comienzo posteriormente a la cata.
Experimentados sommelier tanto de puros de La Casa del Habano, como de la champagne Piper-Heidsieck, comenzaron a adentrar a los invitados, a lo más profundo de ambos mundos, y claro; al maridaje entre ambos.
Tres copas de champagne Piper-Heidsieck, se maridaron a la perfección con dos exquisitos habanos de la Casa del Habano, deleitando los sentidos de los presentes.
Exquisitos bocadillos a cargo del restaurante Palm, fueron también protagonistas de una noche excepcional. Donde el buen gusto, los paladares exigentes y los conocedores de puros, fusionaron lo mejor de cada mundo en una sola noche.
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