La carrera espacial se enfrió unos años, pero hoy vuelve a estar en medio del ojo público. Empresas como SpaceX, Virgin Galactic y Blue Origin retomaron el papel que los gobiernos de Estados Unidos y Rusia tenían como protagonistas hace décadas, pero parece que eso está por terminar.
Cuando Trump subió al poder, dijo que uno de sus planes era llevar de regreso al ser humano a la Luna, de hecho, también afirmó la importancia de que sea la primera misión que ponga a una mujer en la superficie lunar.
Aunque es emocionante volver a tener un equipo espacial en la superficie de la Luna, la misión puede costar entre 20 y 30 mil millones de dólares. Comparado con el presupuesto anual de la NASA, que ronda los 21 mil millones, parece algo bastante arriesgado.
El programa Artemisa trabajará con instituciones privadas para lograrlo, de esta manera podrían conseguir los 6 mil millones de dólares anuales que necesitan para hacer viable la misión. Pero, ¿por qué debemos regresar a la Luna? No se trata del capricho de Trump, sino de una serie de oportunidades que se presentan.
La primera es continuar con el siguiente gran paso de la humanidad, pisar Marte. El ser humano sabe de la existencia de miles de millones de estrellas y planetas, pero el único lugar que ha visitado físicamente es la Luna. Regresar a ella es esencial para prepararse para viajar a Marte y continuar con la investigación científica que moldeó al siglo XX.
El proyecto dice que regresaremos a la Luna para quedarnos. Con tecnología sustentable que usará la luz solar para distintas funciones, todos los entusiastas del espacio tienen el 2024 en mente, pues de ser posible, el regreso a la Luna en el siglo XXI supone una nueva era de descubrimientos y un avance en nombre de toda la civilización.