Se ha dicho tantas veces que México no tiene memoria, pero cuando se trata de Juan Gabriel es completamente lo contrario. No importa lo que se diga de personajes como Luis Miguel o José José, ningún artista mexicano ha logrado provocar tantas cosas en un país como lo ha hecho él. Su recuerdo permanece palpable en el imaginario cultural de un puñado de personas que lo mantienen vigente hasta el día de hoy. Si sus canciones se añejan, es porque su público nunca se termina.
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A la distancia la obra de Juan Gabriel parece difícil de diseccionar. Como pasa con otros artistas cuyo éxito está basado en canciones, los discos de Juan Gabriel regularmente no se escuchan de inicio a fin. Una pena porque, si en sus hits de radio se encuentran joyas, en las tracklists de su discografía siempre habrá un apartado de tesoros para desempolvar.
Sin ir más lejos, “Recuerdos II” es uno de los ejemplos que mejor representan esa teoría. Hasta hace unos años (hay que volver a revisar las cifras) se trataba del disco más vendido en toda la historia de México y sin embargo “Qué no diera yo” y “Querida” son las únicas canciones que pueden presumir de permanecer inmortales en el subconsciente colectivo. Son dos de diez canciones que son un estandarte de su carrera, pero en el resto del disco hay otras que vale la pena volver a exprimir.
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Y es que en la secuela de “Recuerdos” no solo hay efectivas baladas para el corazón roto. Como en toda la carrera de Juan Gabriel, aquí hay una variopinta selección de géneros que ponen a prueba su voz: desde el tex-mex de “El Noa Noa II” hasta el rock and roll de “Juárez es el #1”, del rockabilly de “Bésame” a la tropicalidad de “Bailando”. Juan Gabriel nunca se cerró a ninguna posibilidad.
¿Sus letras? Tan memorables como se recuerdan. En “Meche” le canta a una figura femenina para entrar en razón, en una canción que encaja perfecto en la filosofía #MeToo de nuestros tiempos. Y en “Que no diera yo” se convierte en el eterno enamorado que no le pide nada al “Love Songs” de Frank Sinatra. Sus virtudes no se esconden, era 1984 y en los años que vendrían todo se pondría mejor.
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Si “Recuerdos II” permanece en la lista de los discos más vendidos en la historia de nuestro país, es necesario voltear a ver por qué. Es apenas un vistazo a su eterno legado. Juan Gabriel no es un recuerdo que se niega a ser olvidado, sino una realidad latente incluso a varios años de su muerte. Si entrar a su discografía luce complicado, este es un buen lugar para empezar a descubrirla.
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