No hay mejor manera de cambiar nuestro estado de ánimo que con un platillo de “comfort food”. Este término comenzó a finales de los 60’s cuando un diario de Palm Beach lo utilizó para referirse al tipo de comida que los adultos preferían cuando estaban bajo estrés emocional muy fuerte.
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Se dice que la elección de sabor del mismo está asociado a recuerdos de la infancia o a buenos momentos. Tal vez una sopa caliente, una pasta o tan sencillo como un aroma que se convierta en una oda a la nostalgia.
En la actualidad, la comfort food se utiliza como un mecanismo para afrontar de manera inmediata los sentimientos negativos. Así que si has tenido un mal día o te sientes desanimado tenemos un par de ideas que te ayudarán. Checa nuestro tablero de Pinterest, el cual incluye varias recetas que podrías preparar. ¡Toma nota!