No hay nada más bello que ver a un perrito correr libremente, jugar y disfrutar con otros; sin embargo, aunque los parques para perros puedan parecer un espacio con muchas ventajas, en realidad tiene muchas más desventajas de las que imaginas.
En la CDMX existen numerosos espacios creados con la buena intención de la sana convivencia entre perritos y el disfrute de nuestras mascotas con juegos, tierra y muchos otros lomitos; sin embargo, hay razones que debes considerar por lo que expertos sugieren que no acudas a ellos.
¿Por qué no llevar a tu mascota a un parque para perros?
Enfermedades. Pensándolo fríamente los parques para perritos son un foco de cultivo para enfermedades caninas como parvovirus, tos de las perreras y giardiasis, entre muchas otras. La razón es justamente el contacto tan cercano y la exposición a sus excrementos, pulgas, garrapatas y otros parásitos.
Peleas. Hay algunos que pueden convivir muy bien con otros perros pero hay varios más que no soportan la interacción y son llevados a ese tipo de lugares para “que aprendan”, eso pone en riesgo a todos, tanto a ellos como a sus dueños pues si un animal comienza a estresarse podría tener reacciones violentas y lastimar a quien esté a su paso sin que el dueño pueda controlar la situación fácilmente.
Poco control. Genealmente estos parques están diseñados para que los perritos puedan disfrutar en un espacio delimitado; sin embargo, sabemos lo astutos que pueden llegar a ser y es muy fácil que puedan escapar o perderse y no tener el control fácilmente.
Daño ambiental. Si bien los parques en una ciudad tan caótica como la nuestra son de gran ayuda, los espacios considerados para perritos tienen un desgaste considerable. Generalmente se convierten en zonas deterioradas y áreas sin valor para la naturaleza.
Ditracciones para el entrenamiento. Si estás en el proceso de entrenar a tu perrito llevarlo a un parque puede atrasar lo aprendido con tantas distracciones que dificultan su aprendizaje.
Puede haber parques más cuidados que mejoren la experiencia un poco; sin embargo, lo más recomendable es pasear a tu perrito responsablemente siempre con correa por algún parque o calles de la ciudad. Incluso de esa manera, ojo con cada paso, no dejes que beba del agua que le ofrecen fuera de casa y acude con un especialista para hacerle chequeos regularmente.
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