Dicen que los gatos son animales independientes, y si bien es cierto, siempre será mejor que convivan con otro amigo de su especie, sobre todo si pasas mucho tiempo fuera de casa. Por eso, si ya te has decidido a sumar otro michi a tu familia, es importante seguir ciertos pasos para que el proceso de cómo presentar a un nuevo gato sea exitoso. Después de todo, nadie quiere que sus gatos se vuelvan enemigos.
Sigue estos consejos para presentar un nuevo gato en casa y hacer que todos tus michis vivan felices y sin complicaciones como estrés o ataques de agresividad.
Cómo presentar un nuevo gato en casa
Elige el gato adecuado
Las Karen y los Karen machos quieren llevarse todos los michis a casa, pero hay que saber elegir el que se adapte mejor al gato que ya tienes en casa: piensa en su edad, el nivel de actividad que tiene y en su carácter. Será un poco más complicado si tu gato ya es adulto senior y quieres que conviva con otro de la misma edad y una personalidad retraída. Además, asegúrate de que todo el proceso de salud del nuevo miembro está en orden: vacunas, esterilización y desparasitación.
Aisla al nuevo gato unos días
Una vez que hayas elegido y llegue por fin a casa, se recomienda que mantengas al nuevo gato aislado en un cuarto exclusivo, con todos los requerimientos para su vida: alimento, agua, arenero y juguetes. Esto le permitirá comenzar a acostumbrarse a la dinámica del hogar (los aromas, espacios, ruidos diarios, etc). Además, provocará la curiosidad de tu gato original y empezará a detectar su olor, lo que hará que empiecen a familiarizarse.
Hay quien va más allá y recomienda que vayas pasando al nuevo integrante de habitación en habitación, o si te es posible, cierres áreas de la casa y lo dejes explorar poco a poco hasta que le abras totalmente el espacio.
Presenta a los dos gatos por etapas
Este proceso debe ser paulatino y con mucha paciencia. Empieza con objetos mutuos, por ejemplo, intercambia un juguete o alguna manta para que puedan reconocerse por el olfato. Luego, deja que convivan en la misma habitación, de preferencia amplia para que tengan opción de escape entre sí. Haz esto por periodos cortos, y ve sumando tiempo hasta que los dejes totalmente juntos. Pero ojo, es importante que no fuerces a ninguno y simplemente los dejes estar y hacer lo que quieran.
Dale a cada uno su territorio
Los gatos son por naturaleza territoriales, así que debes evitar que compartan cosas entre sí. Para esto debes asegurarte que cada uno tenga su propio plato de comida y agua, su propio arenero y hasta sus objetos de juego: un rascador, una cama y hasta un juguete para cada uno. Nadie quiere compartir sus cosas, y menos los gatos, así que no dejes que se enfrenten por ganar algún objeto.
Respeta al gato anfitrión
Aunque el nuevo michi será la novedad y deberás tener mayor atención para ver que se adapte bien a la casa, no debes abandonar a tu gato original. Sigue la dinámica que tenías previamente, mantén sus privilegios y respétalo, sobre todo frente al invitado, para que puedan establecerse las relaciones territoriales. Además, revisa que su dinámica no se altere: mismo nivel de apetito y actividad diaria, heces regulares, etc. Los gatos son muy rutinarios, así que al primer cambio que detectes por la llegada de otro gato, debes prestarle atención.
Ten paciencia
De la noche a la mañana, tus gatos no se volverán inseparables, eso es un hecho. Es más, en algunos casos es probable que no se vuelvan amigos, pero sí podrán convivir con respeto. Tu papel es verificar que no sean agresivos entre sí, brindarles bienestar y darles el tiempo suficiente a cada uno. Seguramente con unos días, tendrás dos gatos felices que se harán compañía.
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