Dormir con las mascotas es uno de esos temas que genera opiniones muy encontradas: hay quienes no se imaginan compartir su cama con un gato o perro, y otras personas que no pueden pasar una noche sin su lomito al lado.
Sin importar de qué lado estás, vale la pena dar un vistazo a los estudios que se han hecho y lo que dice la ciencia respecto a cómo afecta a nuestra higiene, calidad de vida e higiene de sueño, para después tomar nuestras propias decisiones.
De acuerdo con el INEGI, más de la mitad de los hogares en México incluyen a al menos una mascota, así que esta es una pregunta que tú seguramente te has hecho. Y, según un estudio en Estados Unidos, el 56% de los adultos duermen con sus peluditos, mientras que el 35% de los niños hace lo mismo. También se ha comprobado que tener un perro, gato u otra mascota aumenta nuestro bienestar, al reducir de forma importante nuestro nivel de estrés, e incluso pueden mejorar nuestra salud en general, porque el pasearlos, darles de comer y jugar hace que seamos menos sedentarios.
¿Es higiénico dormir con tu mascota?
Definitivamente, el solo hecho de vivir con un animal aumenta de forma importante el número de bacterias a las que nos exponemos. Ah, pero aquí va el lado positivo: el compartir espacio con estas bacterias podría hacer que nuestro sistema inmunológico sea más fuerte.
Aquí lo importante es asegurarnos de desparasitar a nuestras mascotas, lavar bien y con frecuencia las sábanas y evitar dormir con los lomitos cuando tenemos alguna herida abierta o si tenemos alguna condición que nos haga estar inmunocomprometidos.
¿Cómo afecta a la calidad de sueño dormir con tu perro o gato?
Aquí es donde se ponen complicadas las cosas. El médico especialista en sueño Dr. Raj Dasgupt le dijo a CNN que “las personas con depresión y ansiedad pueden beneficiarse de dormir con su mascota, porque actúa como una cobija o almohada” y eso les da una sensación de comodidad.
Sin embargo, el despertarnos o salir del sueño profundo por movimientos o ruidos de nuestros animales puede hacer que nuestro descanso baje de calidad. De acuerdo con los estudios, esto sí es posible, pero también hay otros que donde las personas afirman que su sueño no se ve afectado.
Parece ser que lo importante es tener una cama lo suficientemente grande y tener en cuenta las particularidades tanto del humano como del furry friend. Si hasta ahora has estado descansando sin problemas, no tienes que cambiar nada.
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