Puerto Escondido, con todo su encanto ha ido sofisticando su oferta gastronómica. Una muy buena opción es Glou Glou, el restaurante y bar de vinos que encontramos en la terraza del hotel Casa TO.
El nombre es pegajoso e inmediatamente nos arroja en la disyuntiva de cuál será la pronunciación correcta de su nombre, qué quiere decir, cuál es su origen…la realidad, perdonen que empiece la nota con este spoiler, es que es tan muy sencillo: es el ruido que hace el vino cuando se sirve de la botella así como el que hacemos al beberlo. Sencillo si bien enigmático, divertido y sorpresivo, así es la comida de Glou Glou.
Bajo la dirección del chef Luis Pabón y la sommelier Gabriela Moreno, la experiencia en Glou Glou se vierte sobre recetas creadas por Pabón que utilizan lo mejor de los ingredientes estacionales locales con toques de la influencia que evocan sus raíces Venezolanas y Argentinas.
El ambiente, como podemos esperar de Puerto Escondido, es relajado y la terraza perfecta para disfrutar de una noche de buena comida y buena plática, aunque también sirven desayuno y comida.
Nuestros platillos favoritos en Glou Glou
La cena comenzó con el Aguachile de Sandía y Pesca, ligero y muy fresco para abrir el apetito, una combinación que en mi mente no hacía mucho sentido pero que me dejó sin palabras. El mood continuó muy sano con el Betabel y Zanahoria en escabecha con Harissa y Cracker de Zaatar, los vegetales son de un huerto orgánico local, y la verdad es que sí se nota la diferencia. Seguimos con unas setas con chimichurri, nueces fritas y hummus, acompañado de un pan Roti con mantequilla, y aquí es donde nos dimos cuenta que la perfección sí existe, una combinación perfecta que te dejará sin palabras.
El mood sano empezó a declinar con el Roti y no pudimos evitar la tentación de probar la gordita de camarón. Al igual que el Roti, la masa de las gorditas se prepara in-house y se cocinan al momento, es más si te sientas en la barra puedes ver todo el proceso. Un éxito total. Siendo fan de las gorditas de chicharrón, la verdad es que estas de camarón me han hecho cuestionar mi predilección.
De plato fuerte elegimos la pesca del día a la parrilla con salsa sambal, tomate y hoja santa. El producto es verdaderamente fresco y de muy alta calidad. Los sabores perfectamente bien balanceados para resaltar el sabor del pescado. Aunque debo confesar que nos quedamos con ganas de probar su Arroz de Pato que se veía verdaderamente tentador y el pulpo a la parrilla con salsa anticuchera.
Y como no hay cena sin postre pedimos los churros acompañados de helado de queso de cabra y toronja, una combinación y balance perfecto, de hecho ni siquiera soy fan de la toronja pero el combo logra un sabor inexplicable, definitivamente fue uno de los highlights de la noche. Si quieres otra opción que no sea a la carta cuentan con un menú de degustación con maridaje —disponible en versiones de cuatro y siete tiempos.
El desayuno en Glou Glou
También tuvimos la oportunidad de desayunar en Glou Glou, mi sorpresa más grande fue que el chef Pabón estaba nuevamente en la cocina sacando los platillos del desayuno. No solamente está al mando de su equipo y los fogones por las noches, su dedicación es tal que por las mañanas lo encontramos nuevamente ahí. Los jugos como es de esperarse son frescos y de la estación, las sodas caseras igualmente van cambiando de acuerdo a lo disponible en mercado.
Lo verdaderamente bueno llega después y cobra la forma de un omelette de ricotta casera ahumada con salsa macha y arepitas…flashback a las gorditas de camarón de la noche anterior. Las arepas están recién hechas y la sugerencia es rellenarlas con el omelette. La competencia es feroz y el sándwich de queso con salmorejo enchipotlado es realmente para chuparse los dedos.
Para quienes deseen algo más ligero y no agredir a sus arterias, hay opciones como los huevos con hummus, espárragos y hojas verdes, acompañados de pan Naan. Si desean un desayuno lejos de la típica cafetería o el típico desayuno hotelero, Glou Glou es una opción perfecta.
Es importante reservar para cenar o desayunar, sobre todo si no eres huésped en Casa To. A tan solo 10 minutos a pie de Punta Zicatela, vale toda la pena visitarlos. Créanme que agradecerán la caminata si deciden comer de la manera que nosotros hicimos.
Sumando a las cenas –que comienzan a las 6:00 p.m.–, hay opciones de desayuno-brunch de 8:30 a.m. a 1:00 p.m., un menú de alberca exclusivo para los huéspedes de Casa TO, disponible de 1:00 p.m. a 6:00 p.m., y una tienda de vinos.