Con la llegada de la temporada de premios en Hollywood, seguro escucharás hablar mucho de la arquitectura brutalista, gracias a la película The Brutalist. Aunque el arquitecto que protagoniza el filme es ficticio, el movimiento artístico es muy real, y vale la pena conocerlo, porque incluso algunos de los edificios más icónicos de CDMX son brutalistas.
Aquí te contamos un poco más de una corriente que llegó a definir una parte del siglo XX y de la que seguramente te enamorarás si ves esta película.
El origen y las características de la arquitectura brutalista
Este estilo tiene su origen en el Reino Unido de la posguerra, cuando el país se estaba reconstruyendo después de la ocupación alemana. Por eso no sorprende que se caracterice por ser minimalista, utilitario y muy utilizado en edificios públicos.
Los materiales más utilizados son concreto, acero, vidrio y ladrillo, los cuales por lo general se quedan a la vista y sin recubrimiento, con una paleta de color monocromática y el uso de formas geométricas y ángulos agudos.
5 construcciones brutalistas en CDMX
La Sala Nezahualcóyotl, en la UNAM, fue fundada en 1976 y su diseño estuvo a cargo de los arquitectos Orso Núñez Ruiz Velasco y Arcadio Artis.
El Auditorio Nacional se construyó en los 50, pero fue remodelado en varias ocasiones antes de convertirse en lo que conocemos ahora, incluyendo el trabajo de Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky entre 1988 y 1991, con inspiración brutalista.
El llamado Edificio Palmas, ubicado en Palmas 555, fue construido por el arquitecto Juan Sordo Madaleno en 1975.
La Cineteca Nacional, inaugurada en 1984, estuvo a cargo del arquitecto Manuel Rocha, y en 2011 se hizo una ampliación, liderada por Rojkind Arquitectos.
El edificio del Infonavit fue creado en 1975 por Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky. Por su inspiración utilitaria, el brutalismo es una corriente muy utilizada en edificios gubernamentales.
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