Imagina que todo lo que te llega a tu mail es físico. ¿Cuántas cartas te llegarían cada día? Tal vez así no parecería tan buena idea suscribirte a tantos newsletter, ni usar tu mail en cada compra que haces. Afortunadamente, los correos son digitales y aunque sí implican un consumo en tu huella de carbono, no se acerca para nada a lo que sucedería si fueran físicos.
Ahora imagina que mueres y los correos siguen llegando. Tú eres la única persona con acceso a tu cuenta por lo que nadie puede evitar que día tras día, durante años, estos correos sigan llegando. En una época donde tu huella digital seguramente vivirá más que tú, es buena idea arreglar algunas cosas en caso de que lo peor suceda y así tu “yo digital” también esté en paz.
Considera esto: una cuenta de correo electrónico que se convierte en un repositorio de recuerdos personales, momentos clave de la vida y una gran variedad de otras experiencias. Tan evocador como esto pueda sonar, sigue siendo la pregunta persistente: ¿Qué sucede con este legado digital cuando ya no estamos aquí para administrarlo?
Tus vida personal en línea
La mayoría de nosotros no querría que un diario que llevamos durante años, o una caja llena de cartas personales se quedara abandonada en un banco de un parque para que cualquiera la lea. De manera similar, una cuenta de correo electrónico – el equivalente moderno de ese diario o caja – merece una salvaguarda para su privacidad después de nuestra partida.
Los correos electrónicos a menudo contienen algunos de nuestros secretos más íntimos, detalles vitales y correspondencia crítica, que van desde charlas informales hasta registros médicos sensibles. La nube asegura que estos correos electrónicos nos sobrevivan. Pero, ¿deberían? Especialmente cuando el gigante tecnológico que posee esa información, Google en este caso, ha adaptado previamente sus políticas de privacidad.
Administrador de cuentas inactivas
Aquí es donde entra en juego el Administrador de Cuentas Inactivas de Google. Piensa en ello como establecer un testamento digital para tu cuenta de Google. No determina tu mortalidad, sino que evalúa la inactividad. Si no inicias sesión durante un período especificado, Google hace múltiples intentos de contactarte a través de SMS y correo electrónico. Si estos intentos son en vano, se activa tu plan de inactividad.
Configuración del Administrador de Cuentas Inactivas de Google: Una Guía Paso a Paso
- Iniciar el Proceso: Comienza iniciando sesión en tu cuenta de Google y ve a la página del Administrador de Cuentas Inactivas. Haz clic en “Comenzar.”
- Decide Tu Cronograma: Define el período de inactividad después del cual Google debe suponer que no estás disponible. Google te da 3 meses, pero tú lo puedes llevar hasta 18, de acuerdo a tu preferencia.
- Elige Contactos de Respaldo: Para evitar una eliminación no deseada, especifica un número de celular para que Google se comunique antes de tomar cualquier acción decisiva. Luego, determina un correo electrónico de contacto.
- Compartir Datos (Opcional): Tienes la discreción de seleccionar hasta 10 individuos para ser notificados sobre la inactividad de tu cuenta. También puedes otorgarles acceso a algunos de tus datos.
- Opta por la Eliminación: Como toque final, habilita la opción para eliminar tu cuenta de Google tres meses después de la declaración de inactividad.
- Finalizar el Plan: Revisa tus especificaciones a fondo. Una vez que estés satisfecho, pulsa “confirmar plan.”
Al seguir estos pasos, esencialmente has enmarcado tu testamento digital, asegurando que tu mundo virtual esté en orden incluso cuando no estés presente.
En una era donde nuestra presencia en línea a menudo hace eco de nuestra existencia en la vida real, es imperativo tratar nuestro legado digital con el mismo respeto y previsión que otorgaríamos a cualquier otra posesión preciada. A medida que continuamos navegando las complejidades de una era digital, recuerda mirar hacia atrás ocasionalmente y asegurarte de que tus huellas virtuales sigan un camino del que te sientas orgulloso.
Debe estar conectado para enviar un comentario.