Muchas personas ambiciosas y exitosas comparten un pequeño secreto obscuro: en el fondo se sienten como que son un fraude. Posiblemente ya sabes de qué te hablamos, es ese sentimiento de que tus logros son resultado la suerte. Este famoso fenómeno psicológico, conocido como síndrome del impostor, refleja la creencia de que eres un fracaso inadecuado e incompetente a pesar de la evidencia que indica que eres hábil y bastante exitoso.
Es demasiado común, y pocos aceptan que sufren de este síndrome, pero tal vez es porque no se tiene bien identificado. Puede tomar varias formas, según los antecedentes, la personalidad y las circunstancias de cada persona. Si tú también vives con la sensación de que te “descubran”, podría ser útil saber qué tipo de impostor eres para poder resolver el problema y trabajarlo.
La Dra. Valerie Young es experta en el tema y fue quien categorizó los tipos de impostor: el Perfeccionista, el Supermujer / hombre, el Genio Natural, el Solista y el Experto. En su libro, la Dra. Young se basa en décadas de investigación que estudian los sentimientos entre los grandes triunfadores. A través de su investigación personal, Young descubrió varios “tipos de competencia”, o reglas internas que las personas que luchan con la confianza intentan seguir. Estos son los tipos de síndrome del impostor, ¿con cuál te identificas?.
El Perfeccionista
El perfeccionismo y el síndrome del impostor a menudo van de la mano. Los perfeccionistas se establecen metas excesivamente altas para sí mismos, y cuando no logran alcanzar una meta, experimentan grandes dudas sobre sí mismos y se preocupan por estar a la altura. Ya sea que se den cuenta o no, este grupo también puede ser fanático del control, sintiendo que si quieren que algo se haga bien, tienen que hacerlo ellos mismos.
Supermujer/hombre
Dado que las personas que experimentan este fenómeno están convencidas de que son impostores entre los demás, se esfuerzan por hacer más y más para estar a la altura. Pero esto es solo un falso encubrimiento de sus inseguridades, y la sobrecarga de trabajo puede dañar no solo la propia salud mental, sino también las relaciones con los demás.
El Genio Natural
Young dice que las personas con este tipo de competencia creen que deben ser un “genio” natural. Como tal, juzgan su facilidad y rapidez basadas en la competencia en contraposición a sus esfuerzos. En otras palabras, si tardan mucho en dominar algo, sienten vergüenza. Este tipo se imponen una barra muy alta, al igual que los perfeccionistas. Cuando no pueden hacer algo con rapidez o fluidez, se alarman.
El Solista
Las víctimas de este tipo de síndrome del impostor que sienten que pedir ayuda revela su falsedad son lo que Young llama Solistas. Está bien ser independiente, pero no en la medida en que rechace la ayuda para poder demostrar su valía.
El Experto
Los expertos miden su competencia en función de “qué” y “cuánto” saben o pueden hacer. Creyendo que nunca sabrán lo suficiente, temen ser expuestos como inexpertos o ignorantes.
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