Si hay algo que define a los mexicanos, además de nuestra pasión por el buen comer, es nuestra habilidad para celebrar en grande. Y ninguna tradición lo ejemplifica mejor que el famoso Maratón Guadalupe-Reyes, un fenómeno cultural que une el espíritu festivo, la gastronomía, y esa inquebrantable costumbre de encontrar cualquier excusa para convivir. Pero, ¿qué significa realmente este “maratón”? ¿De dónde viene? Aquí te lo contamos.
El origen del término Guadalupe-Reyes
El término “Maratón Guadalupe-Reyes” hace referencia a ese rush de festividades que inicia el 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe, y termina el 6 de enero, con la tradicional Rosca de Reyes. Durante estos 26 días, México entra en una especie de estado de celebración continua: posadas, cenas, brindis, reuniones familiares, intercambios de regalos y fiestas con amigos. Es un reto no solo para el espíritu, sino también para el cuerpo, que resiente la combinación de banquetes y desvelos.
Aunque la devoción a la Virgen de Guadalupe y la llegada de los Reyes Magos son tradiciones centenarias, el término “Maratón Guadalupe-Reyes” es relativamente reciente. Surgió en la década de los 90 como una especie de broma popular entre amigos, refiriéndose al esfuerzo monumental de sobrevivir tantas fiestas consecutivas. Pero, como todo en México, la broma terminó institucionalizándose y ahora es una parte del lenguaje.
Este maratón no es oficial ni se corre en la calle, pero exige una resistencia única. Las posadas, que comienzan el 16 de diciembre, son el corazón del Guadalupe-Reyes. Entre cánticos, piñatas y ponche caliente, cada noche se convierte en un momento para compartir. Después llega la Nochebuena y la Navidad, donde el pavo y los romeritos son protagonistas. Y justo cuando crees que has terminado, el 31 de diciembre te recuerda que falta despedir el año viejo y dar la bienvenida al nuevo. Todo culmina el Día de Reyes, con la deliciosa tradición de partir la rosca y, para algunos desafortunados, comprometerse a organizar los tamales del Día de la Candelaria.
Aunque la comida, las fiestas y las risas son esenciales, el verdadero espíritu del Guadalupe-Reyes está en la convivencia. Es una temporada que nos invita a reconectar con los que queremos, a hacer una pausa en el ajetreo cotidiano y a disfrutar el presente.
Debe estar conectado para enviar un comentario.